Murialdo: la fuerza de un club que sabe cómo subsistir

La fortaleza es una cualidad esencial que se manifiesta de diversas formas en la vida de las personas. No se trata únicamente de la fuerza física, sino de una combinación de resiliencia emocional, determinación y coraje frente a las adversidades. Además, la fortaleza puede ser contagiosa. Cuando una persona muestra valentía y determinación, puede inspirar a quienes la rodean a encontrar su propia fuerza interior. 

Este espíritu de fortaleza es el núcleo del Club Murialdo, una histórica institución del departamento de Guaymallén que, gracias a su resiliencia, sorteó diversos obstáculos para convertirse en una de las entidades más importantes de la provincia.

En un contexto económico complicado, similar al de muchos clubes de barrio en Mendoza, la capacidad de adaptación y el compromiso de sus miembros han sido clave para su supervivencia.

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En este contexto, el Post dialogó con Rubén Giovarruscio, presidente del club ubicado en Bandera de los Andes 4420, para conocer su historia y cómo enfrenta los importantes desafíos que se presentan en el camino hacia el fortalecimiento y la continuidad de esta emblemática institución.

 "El Club Murialdo fue fundado el 9 de julio de 1942, en nuestra sede central, donde nos encontramos actualmente. En sus inicios, contábamos con una cancha de fútbol que, hoy en día, se encuentra en nuestro anexo. Actualmente, el club dispone de tres anexos: en la sede central tenemos fútbol y hockey sobre césped, y el tercer anexo es el Carrizal", desatacó Giovarruscio al hablar de la historia del club.

Y agregó: "En el Club Murialdo, contamos con aproximadamente 300 grupos familiares de socios. En total, incluyendo a los socios activos y deportivos, alcanzamos alrededor de 1.200 miembros. En cuanto a las disciplinas federadas de competencia, ofrecemos una amplia variedad que incluye baloncesto, vóley, futsal, fútbol, hockey sobre césped, hockey sobre patines, tenis y patinaje artístico. Además, también tenemos actividades como zumba, aeróbic y yoga para quienes buscan mantenerse activos."

 Un club grande y fuerte

Rubén Giovarruscio contó por qué Murialdo es uno de los clubes más importante de Mendoza: "Soy presidente del Club Murialdo desde 2020, lo que significa que llevo aproximadamente cuatro años en el cargo. El mandato es de tres años, pero hemos renovado por tres años más. Cuando se habla de Murialdo, se habla de un club grande, con una rica historia en Mendoza, y uno de los mejores de la provincia."

 "El Club Murialdo obtiene su principal fuente de ingresos de las cuotas de los socios, a quienes debemos estar eternamente agradecidos, ya que incluso durante la pandemia continuaron cumpliendo con sus pagos. Gracias a su apoyo, el club se mantuvo abierto y pudo garantizar el pago puntual de los sueldos de los empleados y de los impuestos. Murialdo es una gran familia, y la forma en que los chicos y deportistas sienten la camiseta del club es realmente increíble. En hockey sobre césped, son ganadores en todo. El trabajo que realizan las subcomisiones, apoyando a los técnicos y acompañando a los jugadores, es impresionante", manifestó Giovarruscio.

En esta línea, el presidente de Murialdo habló del gran trabajo de las subcomisiones: "Para sustentar las disciplinas, contamos con subcomisiones formadas por grupos de padres. Su trabajo es verdaderamente admirable; organizan rifas, torneos amistosos y diversas actividades para recaudar fondos. Estos esfuerzos son fundamentales para cubrir gastos como la compra de camisetas y los viajes de los chicos. Su dedicación y compromiso son esenciales para el buen funcionamiento del club". 

"En hockey sobre patines, también han alcanzado logros sobresalientes, siendo campeones sudamericanos y panamericanos en dos ocasiones, incluso compitiendo en Brasil. Creo que pocos clubes han logrado algo así. Todo esto es posible gracias al apoyo del club y al esfuerzo constante de las subcomisiones, que están siempre atentos a las necesidades de los chicos de primera. Tener equipos de primera que son ganadores inspira a los jóvenes y a sus padres a seguir el mismo camino", cerró. 

El desafío de pagar los servicios

El club cuenta con subsidios para afrontar el pago de los servicios: "En lo que respecta a la parte de obras, contamos con algunos ahorros del club, pero también recibimos un importante apoyo del municipio y de la subsecretaría de Deportes a través de subsidios. Al mantener el club en orden, con toda la documentación y certificados al día, facilitamos que tanto el gobierno como el municipio nos otorguen estos subsidios." 

"La factura de luz de noviembre de 2023 en las sedes centrales fue de $928.000. Sin embargo, con la actualización de tarifas, el monto se disparó a $2.800.000. Este aumento en el costo de la luz no se puede trasladar directamente a la cuota del socio, ya que eso haría que muchos socios no pudieran afrontar el pago", afirmó Giovarruscio.

Ser presidente del club Murialdo

Giovarruscio nos reveló cómo es el trabajo de un presidente en el club: "Es permanente y requiere una dedicación constante en el club. Gracias a los subsidios que hemos recibido, estamos llevando a cabo diversas obras, incluyendo la reparación de la pileta para iniciar la temporada de verano. Esto implica salir a comprar materiales y buscar donaciones. Además, debo equilibrar esta labor con mi trabajo particular y mi familia; sin su apoyo, sería imposible llevar a cabo esta tarea."

"Mi trayectoria en el club comenzó como padre socio, cuando mis hijas se unieron al patinaje artístico a los 8 y 4 años. A partir de ahí, me involucré en la subcomisión de patinaje artístico. Mantener un club implica muchos costos, ya que cada acción que se realice tiene un precio. Por eso, me acerqué a la comisión directiva para informarme y ofrecer mi ayuda. Así fue como comencé mi camino hacia la presidencia.", contó. 

 "El momento más difícil fue durante la pandemia. Afortunadamente, contamos con el apoyo del gobierno, lo que nos permitió seguir pagando los sueldos. Murialdo es una gran familia y siempre encontramos la manera de salir adelante. A veces, uno comienza un mes bien y, de repente, se rompe una bomba; pero siempre se puede resolver. Es un trabajo que requiere dedicación, y no podemos quedarnos quietos", finalizó Giovarruscio. 

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