Hoy y mañana se reúnen los consejos federales de educación y de salud. Presencialidad plena, vacunas, higiene, tapabocas y distancia, son las principales ideas. Habrá debate por la obligatoriedad del uso del tapabocas.
Barbijos y testeos, las principales discusiones para volver a clases
¿Se vuelve al aula con o sin barbijos? ¿Cuáles, y para quiénes? ¿Y si no es obligatorio, qué pasa? ¿Qué se hará en las guarderías, cómo van a manejar a los chicos que tuvieron covid en los últimos 90 días? ¿Cómo van a resolver la necesidad de contacto de los alumnos y alumnas que durante dos años, por poco no se vieron ni las caras? ¿Habrá menos actos escolares? ¿Los contactos estrechos van a clase? A poco más de dos semanas del inicio de las clases en Mendoza -y algo más en el resto del país- estas y otras preguntas plasmadas en sendos borradores de protocolo se debatirán hoy y mañana en una maratón de reuniones del Consejo Federal de Salud, el de Educación, y una reunión conjunta, para fijar el protocolo sanitario de regreso al aula en el tercer ciclo lectivo que empieza en contexto de pandemia.
La realidad sanitaria es muy distinta respecto de los dos años anteriores: en 2020 no se sabía casi nada de coronavirus, y el miedo dominó la mayoría de las decisiones. En 2021 la peste iba en aumento, tuvimos los récords de internaciones y muertes, y apenas empezaba la vacuna. Hoy hay un panorama bien diferente luego de la ola arrasadora de la variante Ómicron, que multiplicó por 20 -en promedio- las infecciones en enero respecto de diciembre, pero que empezó a ceder al menos en cantidad de infecciones. Y además hay 35,4 millones de argentinos con el esquema completo de vacunación. Ahora es clave empezar las clases este año con la mayor normalidad posible.
Uno de los puntos de debate será el uso del barbijo. En el borrador que tratará hoy el Consejo Federal de Salud, al que tuvimos acceso, se recomienda el uso obligatorio del tapabocas en toda la escolaridad. Pero no todas las provincias estarán de acuerdo. La CABA, por ejemplo, se adelantó al Consejo Federal de Salud (donde están los ministros de todo el país) y anunció su propio protocolo, donde el barbijo no será obligatorio en el primer ciclo. Mendoza participará de ambos consejos a través de la ministra de Salud Ana Nadal, y del Director General de Escuelas José Thomas. Primero escucharán a la mayoría de las provincias y luego fijarían una postura. La idea de las autoridades locales es que la educación vuelva a ser lo más normal posible con la reconstrucción plena de las rutinas escolares, luego de dos años en que el aislamiento, el encierro, y la virtualidad forzada de muchos chicos, les hizo mucho daño. Hay un dato. Las autoridades mendocinas no apoyarían el uso obligatorio de tapabocas en los ciclos de edad temprana. "Es un incordio tratar de que los chicos de dos, tres o cuatro años se pongan barbijos. Hay que ver cómo es la vida real de los alumnos afuera de la escuela" dijo una fuente sanitaria de la provincia.
Hay quienes proponen que en las escuelas se use obligatoriamente barbijos del tipo NK95, descartables y de máxima eficiencia, pero nadie cree que sea posible, por el costo, y por la logística.
Las ideas son controversiales. La opinión del neumonólogo infantil Luis Agüero, uno de los profesionales mendocinos más destacados en el tratamiento de afecciones respiratorias, resulta disruptiva. "Aun asumiendo que la Sociedad Argentina de Pediatría recomienda el tapabocas, igual que la Academia Americana de Pediatría, creo que no hay evidencia científica suficiente que respalde la idea de que usarlos en el aula, es mejor que no usarlo... Hay que ver la salud mental de los niños después de estos dos años, y ocuparse de que tengan una vida normal... Veamos lo que pasa afuera de las escuelas. Si 20 nenas y nenes de cinco años van a un cumpleaños y luego se quedan de pijamada... ¿Usan un tapabocas?" dijo. Hace dos semanas, el premier británico Boris Johnson ordenó a las escuelas que eliminen la política de tapabocas obligatorio. Lo mismo empezó a suceder en Estados Unidos a medida que los casos van bajando. Esta posición es la que sostuvo el grupo Padres Organizados en una carta pública la semana pasada. Que el tapabocas no sea obligatorio.
Otro punto en cuestión es la presencialidad plena, un "mandato" que en Mendoza existe desde principios del año pasado. Este año no habrá burbujas, y se reducirá al máximo la política de aislamiento, sólo a los casos de covid confirmados, y a los contactos estrechos con síntomas, tengan o no vacunación completa. "Hay un cambio de política evidente. Con Nicolás Trotta, el mandato era el encierro. Con Jaime Perczyk, es al revés. Pide presencialidad plena..." dijo una fuente de la DGE. Perczyk estuvo ayer en Mendoza, y firmó con el gobierno un convenio de cesión de material tecnológico.
El protocolo
El borrador de protocolo al que accedió este diario sirve para adelantar los temas de discusión entre ministros, aunque ya hay una base armada entre consultas y consensos. Las ideas principales son seguir promoviendo la vacunación, no pedir el "pase sanitario", y que la presencialidad sea plena. Se insistirá sobre el concepto de "aula segura", con vacunación, tapabocas, ventilación, higiene y distancia. El sistema de burbujas será eliminado, y sobre la base de las propuestas sanitarias, habría cambios en el manejo de los aislamientos y contactos. No deben ir a la escuela los casos confirmados, los chicos y docentes con síntomas (asociados o no a covid), y los contactos estrechos sin vacunación o con esquema incompleto, aunque no tengan síntomas. Un dato importante: la sospecha o confirmación de casos no implicaría el cierre del aula ni la interrupción de las clases. Y los contactos estrechos, vacunados y sin síntomas, pueden seguir concurriendo a clases. Los casos confirmados tendrán siete días de aislamiento (si son vacunados) y diez si no lo son. Pero no se exigirá vacunación completa ni "pase sanitario" para asistir a la escuela.
Respecto del barbijo, sería obligatorio desde el nivel primario en los espacios cerrados, lo que excluye recreos, y actividades al aire libre. También analizarán qué hacer ante brotes en el aula, o en la escuela.
Además de las certezas, están las dudas. Una de las preguntas que plantearon las autoridades sanitarias de diversas provincias es el manejo de las guarderías y salas de nivel inicial, con los chicos menores de seis años. Allí no hay mucho que hacer respecto del distanciamiento, resulta casi imposible. Y entre los asuntos pendientes que no figuran aún en los borradores a discutir hoy y mañana, es reducir o no la cantidad de actos escolares, y la política de testeos. Si será igual a la de la población general (hoy sólo testean grupos de riesgo, personas con síntomas graves, mayores de 60 años, personal de salud y de fuerzas de seguridad), o si habrá mayores testeos ante casos sospechosos en la población estudiantil, o en los docentes.
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