Aunque está prohibido por la ley que regula la actividad, se tiran 110 millones de kilos de merluza muerta como descarte. Un problema ético en un país con 50% de pobres.
Mientras crece el hambre, en Argentina se tiran toneladas de pescado
Un comunicado de la Fundación Vida Silvestre alertó que cada año se tiran 110 millones de kilos de merluza sin vida como descarte de otras pescas, pudiendo destinarse al consumo e incumpliendo varios artículos de la ley que regula la pesca.
Mientras en Argentina el nivel de pobreza alcanza casi al 50% de la población y a 6 de cada diez niños, se tiran toneladas de pescados muertos al año.
Los datos surgen de una evaluación realizada por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), que demostró que la industria pesquera descarta más de 110 millones de kilos de merluza "sin vida" al mar por año, en contra de la prohibición fijada en la ley 24922 que regula la pesca en aguas argentinas.
Se trata de descarte de ejemplares jóvenes de merluza Hubbsi, la especie más difundida en el Mar Argentino. Según el portal Bichos de Campo, la pesca de esos ejemplares jóvenes se produce cuando se quiere pescar otra especie y se capturan otras de menor tamaño y valor comercial. "Por ejemplo, cuando el objetivo es el langostino, el resto de la pesca acompañante se descarta, aún cuando puede servir de alimento. Y aún cuando sea clave para el mantenimiento de la biomasa pesquera."
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Según la FAO (la división de Naciones Unidas encargada de temas de producción de alimentos), se estima que alrededor del 33,1% de las poblaciones de peces del mundo están sobreexplotadas y el 60% se está pescando hasta su límite biológicamente sostenible. En los últimos tres años, las exportaciones de la pesca marítima en nuestro país superaron los 2.000 millones de dólares. Peor en este caso, el descarte ni siquiera tiene un fin comercial.
Desde Fundación Vida Silvestre, alertaron que "El sistema alimentario debe nutrir a las personas sin dañar nuestro planeta, pero ahora mismo está fallando en ambos frentes. En este contexto, es claro que la ley de pesca prohíbe el descarte y que Argentina está avalando una pesca ilegal. Presenta, además, un problema político y ético: es un aprovechamiento que perjudica los recursos naturales y un desperdicio de alimentos, contrario a una administración responsable".
"Tirar alimento al mar de esta manera demuestra también la falta de ética detrás de estas prácticas, en un contexto de hambre mundial y nacional, en la que falta comida para muchos sectores de la sociedad", subraya el comunicado.
"En este problema todos los actores tienen su cuota de responsabilidad: las autoridades, empresas, capitanes y tripulantes. Se ha naturalizado el dejar de lado el marco normativo, incorporando a la cultura del sector que el descarte ?está bien', a pesar de ser ilegal", dijo Guillermo Cañete, Especialista en Pesca Sustentable y Planificación Espacial Marina de Fundación Vida Silvestre.
A través del documento "El descarte de merluza no solo es un problema biológico, también pone en riesgo las exportaciones y el empleo", Vida Silvestre desarrolló cómo el cumplimiento de la Ley Federal de Pesca puede mejorar el desempeño de las pesquerías, aumentar la transparencia y trazabilidad y minimizar el impacto sobre el hábitat marino.
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