¿Por qué esperar a tener que irse bajo presión por la expulsión generada desde la política? Una charla de café en la Peatonal y una desesperanza que hace secar las raíces.
Otra que Mendoexit: ¿un "retiro voluntario de la Argentina"?
"Simplifiquemos: habiliten un retiro voluntario, se le habilita una cifra a cada argentino que quiera irse para no volver, de modo tal que pueda instalarse en el extranjero, y chau". La frase surgió en una charla de café en la Peatonal Sarmiento y si algunos se habían escandalizado ya con los vaivenes absurdos del MendoExit, ¿con esto qué dirán?
El nacionalerío de papel saldrá a tuitear desde sus mangrullos vigilantes en torno a "traidores a la Patria", pero la verdad que se tiró sobre la mesa tiene que ver con comparaciones cada vez menos sutiles. Venezuela, una vez más, fue el ejemplo.
De allí se arrastraron hacia el exterior, expulsados por una patria que amaban pero que alguno decidió apropiársela, 6 millones de personas. Es un apartheid con otros métodos: el chavismo ni siquiera les dejó a quienes pensaban diferente quedarse con un pedazo del suelo, sino que los fue empujando hacia el exterior.
Al pedir un café de refuerzo, negro, sin atenuantes ni azúcar (y tampoco edulcorantes) un gerente de banco quiso saber más. Se había reído fuerte al escuchar lo que pensó que era una simple ocurrencia de un caliente con todo lo que pasa en el país, pero en breve pasó a considerarlo una idea y en 3,2,1 empezó a cranear una juntada de firmas en Change.org.
- ¿Y cómo sería eso?
- Si estos ladrones quieren quedarse con el país y consiguen que muchos los voten en forma cíclica, propongámosle un trato: que nos paguen y nos vamos. Les juramos que no volveremos a molestarlos.
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