Dos alumnas de entre 11 y 12 años aportaron sus testimonios al caso de abuso sexual de parte de una docente contra estudiantes que sacude a la Escuela N°58 de La Plata.
Más pruebas contra la maestra acusada de acoso: "Nos contaba cómo besaba"
La causa de la maestra denunciada por sus alumnos por abuso sexual en la Escuela N° 58 de La Plata sumó ahora el testimonio de dos alumnas que revelaron la incomodidad que sentían durante las clases con esta docente. El relato de las niñas, que tienen entre 11 y 12 años, se suman a los chats presentados por algunos padres respecto a las conversaciones subidas de tono que la maestra tenía con los alumnos de sexto grado.
Fue a través de una serie de audios a los que accedió Infobae que las niñas admitieron que siempre sintieron cierta incomodidad cuando la joven de 33 años se encontraba al frente del curso. Según contaron, la mujer -identificada con las siglas D.M.- instalaba temáticas sexuales en las conversaciones con su alumnado y tenía contestaciones fuera de lugar. Lo ejemplificaron con episodios puntuales que ellas mismas rememoraron luego de que trascendieran las charlas privadas y subidas de tono que la acusada tenía por Instagram y WhatsApp con los varones a los que enseñaba.
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"Siempre nos decía cosas sobre cómo besar y nos contaba cómo besaba ella. También, cuando se agachaba, movía el culo (sic) para nosotras", comentó una de las menores sobre algunas de las escenas que ocurrían frecuentemente en horario escolar.
Además, la menor aseguró que la maestra admitió en más de una oportunidad sentir celos de los vínculos y la amistad que ellas tenían con sus compañeros. Incluso a una de sus alumnas le pidió que dejara a su novio -con quien la maestra había entablado un vínculo sentimental- así podía estar con él.
Vínculo íntimo y afectivos con sus alumnos
El hecho fue descubierto por una madre del curso que notó que la profesora enviaba mensajes al celular de su hijo fuera del horario del colegio. Al revisar el chat, corroboró que no se trataba de una conversación de tipo académica y alertó al resto de las mamás del grado a fin de que verificar si había más casos similares en el grupo.
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De acuerdo a la denuncia, la docente mantenía un vínculo "de mayor confianza que las otras maestras" con los adolescentes de su clase y les había dado su celular y su perfil de Instagram para que le escribieran cuando "estuvieran aburridos". En algunos de los mensajes encontrados se leía que la acusada los celaba y les escribía: "Sos mi rey", "Yo sé que soy la única" o "qué lindos tus audios".
Luego de que trascendieran los hechos, la maestra fue separada de su cargo. Además, el personal del gabinete psicopedagógico escolar se puso a disposición de las familias y los estudiantes para acompañarlos en el proceso.
Su defensa
La docente intentó defenderse argumentando que sus redes sociales habían sido clonadas y que en realidad ella no era la persona detrás de los mensajes. Dicha explicación fue desestimada inmediatamente por los investigadores del caso.