Ellos son María de 35 años que fue abanderada nacional y Ángel de 20, abanderado provincial.
Madre e hijo finalizaron juntos el secundario y fueron abanderados
Una mamá y su hijo retomaron sus estudios y terminaron el secundario con honores. La mujer fue abanderada nacional y el joven abanderado provincial. Ellos son María de 35 años y Ángel de 20 que concurrían al CENS 3-431 de Las Catitas, Santa Rosa.
La mujer y su hijo pudieron cerrar una etapa que habían dejado inconclusa. María de los Ángeles Agüero, había abandonado sus estudios hace casi dos décadas. Ángel Agustín, también había dejado de estudiar hace algunos años.
"Siempre tuvimos la idea de terminar el secundario y es un momento que siempre queda y por ahí se complica. Mí idea fue acompañar a mi hijo para que terminara el secundario y ahí empezamos a estudiar juntos", expresó María.
La mamá en declaraciones con Cadena 3 relató los motivos que la llevaron a abandonar la escuela secundaria: "Apenas cumplí los 15 nació Ángel y se me fue complicando. Era una niña y también mamá y en ese momento sentía que no podía seguir con los estudios".
"Comencé realizando trabajos de limpieza y terminé como auxiliar de una salita que se llamaba 'Semillita de Mostaza'. Allí me di cuenta que uno siempre necesita de un estudio", comunicó la mujer.
María de los Ángeles dejó en claro que el acompañamiento tanto de Nelson, su esposo; como su hija Ludmila de 14 años, fueron fundamentales para que ella como Ángel retomaran el camino del estudio.
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"Ángel también había dejado de estudiar en su momento, por cosas de la vida. Creí que era un buen momento para retomar eso que teníamos pendiente. Me pareció una buena idea apoyarlo y acompañarlo y que lo hiciéramos juntos".
La mamá abanderada expuso que por la pandemia y el aislamiento fue "más fácil" porque tenían "mucho tiempo para compartir en casa" y eso les facilitó el hecho de "poder estudiar juntos".
Los dos se recibieron con los máximos honores. En la celebración de fin de curso del colegio para adultos, María portó la bandera nacional por ser la mejor alumna del año, mientras que Ángel lució la bandera provincial con el mérito de ser "el mejor compañero".
"Cuando nos dieron los resultados nos sorprendimos. Si bien sabíamos que habíamos cumplido y estudiado mucho, nos llevamos una gran sorpresa que nos llenó de felicidad. Llevar la bandera es muy importante", rescató.
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María y Ángel dejaron un mensaje de superación, con perseverancia y actitud todo se puede.