La policía disparó contra una multitud de manifestantes enfurecidos por el posible secuestro de un niño albino y dejó un saldo de al menos 18 personas fallecidas, informó la prensa internacional.
Al menos 18 muertos en Madagascar en protesta por el secuestro de un niño
La policía de Madagascar disparó contra una multitud de manifestantes enfurecidos por el posible secuestro de un niño albino y dejó un saldo de al menos 18 personas fallecidas, informó la prensa internacional.
"Por el momento, 18 personas murieron, nueve en el sitio y nueve en el hospital", declaró Tango Oscar Toky, médico principal de un hospital en el sureste de Madagascar, según la agencia de noticias AFP.
"De los 34 heridos, nueve están entre la vida y la muerte", dijo y agregó: "Estamos esperando que un helicóptero del gobierno los evacue a la capital". Los gendarmes locales dieron a conocer un balance de 11 muertos por el incidente.
Por la tarde, se escucharon disparos en Ikongo, a 350 kilómetros al sudeste de la capital Antananarivo.
La policía disparó contra una multitud de manifestantes enfurecidos por el posible secuestro de un niño albino.
Desde la semana pasada, la pequeña población está conmocionada por la desaparición de un niño albino, que las autoridades señalaron como un posible secuestro.
En Madagascar, las personas albinas suelen ser objeto de violencia. En los últimos dos años se registraron más de una docena de secuestros, ataques y asesinatos contra personas con albinismo, según la ONU.
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Los gendarmes detuvieron a cuatro sospechosos pero los ciudadanos están decididos a tomarse la justicia por su mano. Por la mañana, se congregaron ante el cuartel de la gendarmería y reclamaron que les entregaran a los cuatro sospechosos, dijo el diputado Jean-Brunelle Razafintsiandraofa, en Ikongo.
Una fuente de la gendarmería indicó que al menos 500 personas se concentraron en el lugar, algunas con "armas blancas" y "machetes".
En Madagascar, las personas albinas suelen ser objeto de violencia.
"Hubo negociaciones, los lugareños insistían", contó la fuente. Al final, los gendarmes decidieron lanzar granadas lacrimógenas para dispersar a la multitud y efectuó algunos disparos.
Pero los habitantes intentaron entrar por la fuerza en el cuartel y los gendarmes "no tuvieron otra elección que defenderse", señaló la fuente.
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