La madre y la novia del niño asesinado iniciaron la medida en reclamo de que vuelta a reunirlas en el mismo pabellón.
Las asesinas de Lucio en huelga de hambre en la cárcel porque las separaron
Magdalena Espósito Valenti y su parea, Abigaíl Páez, condendas por el asesinato de Lucio Dupuy (5), fueron trasladadas de su pabellón actual donde cumplen su condena. Ahora, se encuentran separadas luego que la familia del pequeño denunció que las asesinas gozaban de ciertos privilegios, ya que se encontraban en una situación de aislamiento y eran custodiadas por un oficial de policía. Por ello, la madre de Lucio y su novia han iniciado una huelga de hambre porque las separaron y exigen volver a estar encerradas en el mismo pabellón.
La determinación fue adoptada por el Juzgado de Ejecución Penal tras recibir una solicitud formal por parte de la familia de Lucio. Además, se informó que ambas mujeres estaban en un área que ofrecía comodidades especiales, como televisión, equipo de música, así como participación en actividades al aire libre y talleres.
"El martes fueron reubricadas, aunque solamente se las trasladó a otro sector dentro del mismo complejo. En mi criterio, deberían ser separadas en distintas prisiones, ya que en algún momento podrían cruzarse. Gracias a Dios, ya no están juntas, y eso representa una forma de justicia para Lucio", expresó Ramón Dupuy, abuelo de la víctima.
Ambas mujeres habían permanecido detenidas durante un año y ocho meses. Inicialmente estuvieron en una prisión en La Pampa, pero posteriormente fueron trasladadas al Complejo Penitenciario Nº 1 de San Luis, donde cumplirán una condena de prisión perpetua.
Ver: Video: hirió con un machete a tres personas afuera de un boliche de San Martín
Según relató Ramón, el pabellón donde se encontraban alojadas estaba principalmente destinado a madres con hijos: "Ellas dos estaban solas en el pabellón, bajo custodia, salían al patio sin compañía. Contaban con televisión, equipo de música, un armario lleno de ropa, y participaban en actividades al aire libre y talleres. Estos son privilegios que muchos reclusos no tienen, incluso aquellos que han cometido delitos menos graves. Daba la sensación de que estaban en su propio hogar, en una especie de luna de miel".
Ver: Un taxista falleció al chocar con un árbol por esquivar a un perro en Alvear