El "estoico" médico experto en el tratamiento del estrés estuvo en Mendoza para presentar su nuevo libro donde propone métodos para evitar el sufrimiento y encaminarse a la felicidad personal. En esta nota, la entrevista que el POST mantuvo con "el doctor del dominio de las emociones".
"Non calentarum, largum vivirum": la receta de López Rosetti para Mendoza
"Prestar atención, con intención, al momento presente y sin juzgar". Como un mantra repitió pausadamente Daniel López Rosetti a las 2200 personas que llenaron el estadio Vicente Polimeni en Las Heras el viernes 14. Fue el momento más emocionante, reflexivo y mancomunado de una noche fuerte para quienes acudieron al reinicio del Ciclo Primavera Planeta en Mendoza.
La gestión de la vida diaria para evitar el estrés, esa es la idea que motiva al médico cardiólogo y experto en el tratamiento del mal de esta época. Evitar la exasperación permanente de los sentidos, propia y ajena, es el propósito que ofrece este profesional divulgador de temas centrales para el resguardo de la salud de la mayoría de las personas que padecemos las presiones constantes.
López Rosetti observa esa crispación de los cuerpos y las mentes, que se encuentran con las alertas encendidas de modo permanente como si viviéramos en la prehistoria intentado sobrevivir, sin pausa ni descanso, huyendo del riesgo o defendiéndonos de los "tigres sable" que se asoman en cada esquina.
Dato que justifica este informe. La visita del médico y escritor pone en agenda la afección moderna más diagnosticada entre la población. El aporte de Daniel López Rosetti resulta novedoso porque su abordaje médico del estrés está dirigido hacia cambios de estilo de vida sustentado en postulados y métodos filosóficos para el autodominio de las emociones. De este modo busca combatir el sufrimiento y pone en valor la posibilidad cierta de la felicidad personal. Por eso elegimos el dicho popular en pseudolatín "Non calentarum, largum vivirum", como título para sintetizar la propuesta de LR.
La descripción tan gráfica de una persona prehistórica en "modo lucha" dispuesta a defender su vida ante la amenaza del predador, nos identifica en esta actualidad. Es la situación de máxima alerta orgánica por el temor traducido como enojo y todo el gradiente de ese estado que nos conduce a la ira. Ése es el punto extremo del enojo, la ira, el descontrol, la locura fugaz, el enajenamiento de nuestra existencia que nos lleva a la infelicidad y la desgracia. Por eso, postula LR, "no hay que llegar hasta allí".
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López Rosetti tiene 64 años y parece reconocerse como un seguidor de la corriente filosófica del estoicismo moderno. En su exposición despliega los argumentos centrales de su libro Estrés, Sufrimiento y Felicidad. En ese trayecto cita en distintos momentos a Zenón de Citio, Séneca, Epicteto y al emperador romano Marco Aurelio, maestros de esa escuela de comportamiento humano conducida, lógicamente, de acuerdo "al orden de la naturaleza" .
A eso le suma como método y herramienta una versión aggiornada de la meditación, aplicada por LR en el servicio de Medicina del Estrés del bonaerense Hospital de San Isidro donde trabaja. El objetivo de ese tratamiento es lograr aquietar y dominar las emociones violentas para alejarse de la ira cotidiana. Modificar esas actitudes con esos instrumentos llamados "lentejas" por el médico ("las tomas o las dejas", repite cada tanto), es parte de la búsqueda de la felicidad tan ansiada. Ese bienestar deseado y cuya existencia es puesta en duda por el consumismo superficial que genera disconformidad crónica y pretensiones de control de todo, sobre todo de lo que no depende de cada quien.
Esa es la confrontación inteligente que propone el doctor del dominio de las emociones. El "modo sociable" del ser humano actual y dispuesto a evolucionar a la felicidad, en lugar del "modo lucha" que ahora se manifiesta en forma de sufrimiento y tiene su raíz en aquel ser primario acechado por el tigre sable.
Las "lentejas" antiestrés
Fueron diez minutos de charla qué el POST rápidamente le propuso al médico que siempre mostró predisposición al dialogo, aún sobrellevando el cansancio propio del ajetreo del trabajo de promoción del libro y las explicaciones públicas del cometido de su nueva obra literaria. El centro de la conversación se ubicó en la tristeza que se manifiesta en las encuestas públicas. Un sentimiento que se expande como síntoma social entre las personas que respondieron consultas estadísticas de estas últimas semanas centradas en el país y esta coyuntura marcada por la crisis socioeconómica que no cambia.
Por qué estamos tristes. La situación que vivimos en nuestro país no condiciona favorablemente el bienestar. Sin embargo, también es una oportunidad de buscar en cada uno de nosotros ese bienestar que no tenemos espontáneamente. Porque la verdad es que no se es feliz espontáneamente. Uno tiene que realizar un esfuerzo para ser feliz. Uno tiene que ponerle una pila para ser feliz. Tiene que encontrar el camino.
Sinónimos que hacen bien. Es bueno homologar la palabra felicidad a los conceptos de paz, serenidad y calma. Me parece que la palabra felicidad dicha livianamente podría hace que se diga que la felicidad no existe, cosa que no es cierto si la homologamos a la condición emocional de paz, serenidad y calma. Si fueran sinónimos la gente aceptaría que la felicidad existe.
Camino a la paz. Es cierto que la paz, la serenidad y la calma se obtienen con el abordaje de la vida emocionalmente inteligente y en ese sentido depende en parte de nosotros, de nuestra intencionalidad y de nuestra búsqueda.
La llave de la intencionalidad personal. Hay que hacer un autodiagnóstico y reconocer que la posibilidad de vivir mejor existe. Sin eso, no existiría movilización para lograrlo. Esa búsqueda es de orden individual. Esto es lo que planteo en la primera parte del mi nuevo libro Estrés, sufrimiento y felicidad, definiciones y ya entrado en el trabajo las herramientas (las "lentejas, que las tomas o las dejas") para buscar una respuesta, pero eso debe hacerlo cada quien. Sí le digo que la frontera final es la filosofía de vida con la abordamos nuestro destino.
El secreto de prepararse la ropa para el día siguiente. Cuando digo hay que preparar la ropa porque es literalmente cierto, yo lo hago, pero es más que eso. Son mis libros, mis lapiceras. Es decir organizarme el día anterior para arrancar el día disciplinadamente. El orden y la disciplina traen paz, serenidad y calma y eso así me sirve.
López Rosetti,
Sztajnszrajber,
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Mendoza en el afecto. Tengo un vínculo que es el más potente con Mendoza, que es el afecto que nació paulatinamente y a la vez profundamente. Se ha ido sumando en los muchos viajes. Cada vez que vengo intencionalmente con mi señora la hemos pasado muy bien. Es un lugar donde me siento particularmente cómodo. Creo que es el lugar donde viviría sino sería que en Buenos Aires tengo mis vínculos familiares pero también toda mi actividad médica y profesional.