Otra vez, una llamada de emergencia decanta en muertes que se podrían haber evitado. Tilma Tovar y su hijo Valentino murieron porque todo falló.
Con Florencia Romano no aprendimos nada: cuando el pedido de ayuda mata
Escuchar el audio es una experiencia dolorosa. Por que es de público conocimiento lo que ocurrió después de esa llamada y, por sobre todas las cosas, porque tal vez esas personas hoy estarían vivas si un empleado estatal hubiera cumplido con su trabajo.
Valentino González Tovar llama al 911 y desde allí derivan la comunicación al Servicio Coordinado de Emergencias. Sus palabras por momentos se confunden porque hay un ruido de fondo: las arcadas y lamentos de su madre que se está muriendo de a poco mientras el monóxido avanza por su cuerpo, y el llanto del sobrino de la mujer, de 5 años, el único sobreviviente de esta tragedia. Evitable. Tal como ocurrió con Florencia Romano, la adolescente de Maipú que terminó asesinada por un pedófilo porque un llamado de emergencia fue ignorado.
Sobre este caso, el subsecretario de Salud, Óscar Sagás dijo este viernes a LV Diez que apenas tuvieron conocimiento de lo que había ocurrido impulsaron la denuncia penal al operador que atendió la llamada.
"Queremos llegar al fondo de la cuestión para saber lo que realmente pasó, cómo interpretó esa persona la sintomatología y por qué terminó como terminó", expresó el funcionario de Salud.
Esta situación se conocía desde la semana pasada. No obstante, luego de que se viralizara el audio de la llamada al 911 en las primeras horas de este viernes, recién ahí la cartera sanitaria sacó un escueto comunicado informando el procedimiento y la apertura de un sumario administrativo para investigar la situación.
Ver: Así fue el llamado que el 911 ignoró y le costó la vida a los turistas venezolanos
Salud ratificó que hizo una denuncia penal del caso, dejando en manos de la Justicia la resolución del hecho. Y los operadores del 911 se escudan en que la llamada fue derivada al Servicio Coordinado de Emergencias. Entonces, ¿quién se hace cargo?
Un capítulo aparte merece la responsabilidad que le cabe al dueño del hotel, José Mansur por el deplorable estado de la instalación de gas y también a la plataforma por la cual se rentó el departamento. El aviso decía que tenía detector de monóxido, pero este no funcionaba. Todo falló.
El hermetismo no es nuevo. En contexto de pandemia es un verdadero trabajo de hormiga conseguir hablar con funcionarios, un proceso que la mayoría de las veces fracasa y la información termina decantando siempre a través de los filtros de los canales de comunicación oficiales.
Ya ocurrió con Florencia Romano y volvió a ocurrir con Valentino y Tilma. Si atienden o no a la prensa, es una discusión aparte, pero al menos, que los llamados de los ciudadanos en peligro si sean respondidos.
Ver: Hay denuncia penal contra el operador que no envió la ambulancia a los turistas venezolanos