Un prestigioso historiador israelí, que firmó una carta pidiendo que se frene el avance de la Inteligencia Artificial para estudiarla mejor, afirmó que es una herramienta que le quita poder al humano.
Rebelión de las máquinas: historiador israelí preocupado por el avance de la IA
La Inteligencia Artificial (IA)se ha convertido en una herramienta muy popularizada en los últimos meses, donde ganó notoriedad gracias a distintas aplicaciones que permiten crear y resolver distintas tareas con mayor facilidad. Sin embargo, el rápido crecimiento de estas aplicaciones de IA ha despertado una alarma en numerosos pensadores, científicos y empresarios, como el magnate Elon Musk.
El magnate sudafricano fue uno de los que firmó una petición en la que pedían a la ONU y al poder político que suspendieran el uso, la investigación y el crecimiento desmedido de la Inteligencia Artificial, hasta poder elaborar estrategias para limitar su poder y darle un marco de seguridad a la humanidad.
En la misma línea se manifestó el historiador israelí Yuval Noah Harari, que fue otro de los que firmó la petición para detener las IA. Harari aseguró que el rápido desarrollo de esta inteligencia cibernética puede poner en peligro a la humanidad, al tener la capacidad de desarrollar pensamientos autónomos.
A más de uno se le habrá ocurrido relacionar este tipo de planteos con reconocidas películas de ciencia ficción como Terminator o Yo,Robot, en las que las máquinas desarrollan autonomía y, a través de robots, amenazan a toda la humanidad. Sin embargo, los argumentos esgrimidos por científicos hacen hincapié en el desarrollo desmesurado y sin control que están teniendo las IA. Piden que se estudien exhaustivamente los modos de implementación y control sobre estas tecnologías.
Ver también: Puestos en Casa de Gobierno: comenzó la preselección de aspirantes
"No sé si los humanos podrán sobrevivir a la Inteligencia Artificial", comentó Harari en una entrevista con el medio británico "The Telegraph". El escritor, además, manifestó su preocupación porque se creó una herramienta que le disputa el poder al humano sobre la narración de historias, lo que se convierte en "un peligro para la democracia".
Según Harari, la democracia, tal y como la conocemos, "depende de la conversación pública. La democracia es básicamente conversación. Personas que hablan entre sí. Si la IA se apodera de la conversación, se acabó la democracia", afirmó.
Al respecto, el historiador analizó que la IA es la primera herramienta creada por el hombre, en toda la historia, que es capaz de crear historias. Esto compite con el dominio del humano sobre el mundo, que se materializó a través de la creencia colectiva en historias acerca de la fé, de creencias, etc.
"Es que la nueva generación de IA no se limita a difundir los contenidos que producen los humanos. Puede producir el contenido por sí misma. Trate de imaginar lo que significa vivir en un mundo en el que la mayoría de los textos y melodías, y luego las series de televisión y las imágenes, son creados por una inteligencia no humana. Simplemente, no entendemos lo que significa ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de que la IA se apodere de la cultura?", alertó el especialista.
Mirando al futuro y al desarrollo posible que pueden tener las IA, Yuval Harari comentó que es factible que se pueda falsificar digitalmente conversaciones humanas con fines políticos. Pone de ejemplo una conversación virtual con amigos o familiares que pueden ser falsificados por la propia IA. Señaló con preocupación el potencial poder de las IA para la manipulación del discurso público.
Te puede interesar: Muerte por asfixia: cómo se hace la maniobra de Heimlich
Entre otras aristas, el historiador israelí se mostró consternado con el uso que se le puede dar a las IA para guerras y regímenes totalitarios, señalando que nunca antes dictaduras habían tenido acceso a este tipo de herramientas.
Por último, Harari declaró que se está dando un desplazamiento del poder. "Hemos inventado algo que nos quita poder. Y está sucediendo tan rápido que la mayoría de la gente ni siquiera entiende lo que está pasando. Tenemos que asegurarnos de que la IA tome buenas decisiones sobre nuestras vidas. Esto es algo que estamos muy lejos de resolver", concluyó el historiador, que pide por una urgente regulación del uso y desarrollo de la inteligencia artificial.