Mendoza fue sorprendida por una fuerte tormenta de granizo que hacía muchos años no caía. Las calles, veredas, canteros y casi todo se tiñó de blanco, al tiempo que el agua corría por las arterias.
La Emilio Civit se transformó en un río de agua y piedra
La fuerte tormenta de granizo que cayó este jueves por la tarde sorprendió a los mendocinos. Durante casi una hora en el centro provincial estuvo cayendo piedra que llenó calles, veredas, acequias y para donde se dirigiera la vista estaba de blanco.
Una de las calles emblemáticas de la Ciudad es la Emilio Civit. Durante 60 minutos dejó de ser una calle para convertirse en un río. El agua bajaba desde el Oeste con gran fuerza hacia el centro mendocino.
La postal de los Portones del Parque parecía de un film de terror. Es difícil pensar a Mendoza, la tierra del buen sol y del buen vino, que a las 16 horas en plena primavera esté casi oscuro y las calles anegadas.
Pero el "río" que bajaba por Emilio Civit realmente fue llamativo y los vecinos sacaron sus teléfonos y filmaron el agua correr.
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Calle Juan B. Justo