De este modo, se suman al conflicto que mantienen otros profesionales de la salud en la provincia. Este lunes comenzarán un paro en relación a no brindar atención a pacientes internados en sus casas. La queja es: pagos acotados y atrasados.
Los kinesiólogos de Mendoza dejarán de prestar atención domiciliaria
Unos 500 kinesiólogos de de Mendoza, que brindan atención a través a pacientes con internación domiciliaria, se unirán a la suspensión de servicios de médicos de diversas especialidades, pertenecientes a 21 asociaciones, en protesta por las condiciones laborales y los bajos pagos que reciben por parte de las obras sociales y empresas de medicina prepaga.
Los licenciados en Kinesiología de la provincia denuncian que la escasa remuneración por sus servicios y las demoras en los pagos los han llevado a tomar medidas drásticas. A partir del próximo lunes 4, suspenderán la atención domiciliaria si no se logra una mejora en sus condiciones laborales.
Esta medida afectará a alrededor de 500 kinesiólogos, lo que representa un 25% del total de los 1.900 profesionales que ejercen esta disciplina en la provincia, especialmente aquellos vinculados a empresas de internación domiciliaria.
La crisis en el sistema de salud de Mendoza se agrava con la decisión de 21 entidades médicas de suspender la atención a obras sociales y prepagas, cobrando un coseguro de 6.000 pesos por consulta. Esta situación ha generado un clima de tensión y malestar en el sector médico.
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El licenciado Esteban González, presidente del colegio de Kinesiólogos de Mendoza, explicó que las empresas de internación domiciliaria tercerizan servicios para las obras sociales, lo que a menudo resulta en una precarización de las condiciones laborales y la explotación de los trabajadores. González enfatizó que los honorarios por los servicios de kinesiología son extremadamente bajos, oscilando entre 800 y 1.400 pesos por una atención a domicilio, sin considerar los gastos adicionales que deben asumir los profesionales, como combustible y mantenimiento de vehículos.
Una preocupación adicional radica en que estos profesionales no están formalizados como trabajadores y no están amparados por el convenio colectivo de ATSA (Asociación de Trabajadores de la Sanidad), lo que los deja en una situación de completa informalidad y sin garantías laborales.
Para abordar estas problemáticas, los kinesiólogos exigen un aumento en sus honorarios mínimos aceptables, solicitando un pago mínimo de 3.000 pesos. En caso de no recibir una respuesta positiva, han anunciado un paro que afectará la prestación de servicios a las empresas de internación domiciliaria hasta que se resuelvan sus demandas.
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González también señaló la complejidad de la situación debido a la cantidad de intermediarios involucrados, lo que dificulta aún más la negociación y disminuye los ingresos de los profesionales.
A pesar de la medida de fuerza, los kinesiólogos que trabajan con pacientes críticos evaluarán mantener la atención para no dejar sin servicio a quienes más lo necesitan. Además, han convocado a una manifestación el próximo lunes a las 10:30 en el kilómetro 0 de la Ciudad para visibilizar sus demandas y buscar apoyo en la comunidad.