Es importante conocer ese dato, pero también es conveniente entender otras variables si la idea es bajar de peso.
Cómo quemar un kilo de grasa y cuántas calorías son
Bajar de peso suele ser un objetivo común entre muchas personas, sobre todo en esta época del año y de este lado del mundo. Uno de los datos más importantes a la hora de encarar este plan es entender cuántas calorías son un kilo de grasa.
Conocer esto es fundamental para saber cómo quemarlas de la manera más adecuada para que el cuerpo se mantenga saludable en el proceso.
Las personas que aseguran tener esa información, seguramente se hayan cruzado con el dato universal: un kilo equivale a 7.000 calorías. Sin embargo, esto no es del todo real y perder peso tampoco es un acto matemático y exacto para todas las personas.
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La regla de las 7.000 calorías se originó en 1958 cuando el médico Max Wishnofsky calculó que el equivalente calórico de un kilo de pérdida de peso fue de esa cantidad de calorías.
Con esos números sobre la mesa, se calculó que la grasa pura en un kilo de tejido equivalía a unas 7.000, por lo que en su momento pensaron que perder grasa era tan simple como restar esa cantidad de calorías de la dieta.
Cómo quemar
Los cálculos tenían sentido, pero detalles quedaron afuera de la cuenta.
-Perder peso no es perder grasa.
-Las personas pierden peso a diferentes velocidades según sexo, composición de l amasa corporal y tipos de calorías que consumen.
-Para continuar perdiendo peso y evitar estancarse, una persona que hace dieta debe ajustar su ingesta calórica durante todo el proceso, al tiempo que debe complementar su alimentación con ejercicio físico y desarrollar músculo magro para aumentar el metabolismo.
La regla de los 7.000 calorías no es perfecta, pero sigue siendo el parámetro a seguir para las personas que quieren perder peso.
Para evitar eliminar tejido magro y líquidos en lugar de grasa, los expertos recomiendan una tasa de pérdida de peso lenta y constante, es decir no más de un kilo por semana.
Por eso los especialistas recomiendan olvidar las dietas milagrosas y entender que no se perderá peso de forma abrupta.
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