El Iscamen llamó a licitación para la compra de insumos contra la plaga.
Gastarán $50 millones para combatir la mosca del mediterráneo
El presidente del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen) firmó un llamado a licitación por casi $50 millones para comprar insumos que se usarán con el fin de combatir la mosca del mediterráneo.
El organismo destinará la sum a la adquisición de insumos esenciales en la lucha contra la plaga. Según la Resolución Nº 393, que lleva la firma de su titular, José Orts, comprarán 50.000 unidades de pisos con pegamento incorporado para las trampas Jackson, 1.750 unidades de cuerpos de cartón para las mismas trampas, 300 unidades de solución sintética en base a aminas TMA-Tarjeta, 7.000 unidades de Trimedlure, 12 trampas tipo MC Phail y 460 kilogramos de levadura Torula en pellets.
El monto total estimado para la adquisición es de $49.771.700.
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La necesidad de estos insumos surge del objetivo de cubrir las demandas del Área de Erradicación de Mosca del Mediterráneo durante el ejercicio 2024. Año a año, la plaga es una de las más destructivas para la región.
La resolución también menciona que la contratación está sujeta a la "condición suspensiva" de que ISCAMEN reciba los fondos necesarios a través de un refuerzo presupuestario solicitado al Gobierno provincial.
Qué daños provoca la mosca del mediterráneo
En un agroecosistema hay muy pocos insectos que ocasionan la mayor parte del daño; a éstos se los denomina insectos o plagas clave. Éstas son aquellas que se presentan siempre en el cultivo con una densidad poblacional por encima del nivel de daño económico. Pueden ser naturales o introducidas. Existen en el mundo alrededor de 150 plagas clave.
La mosca del mediterráneo es considerada mundialmente como una de las plagas agrícolas más dañinas para los frutales y hortalizas, capaz de atacar a más de 250 especies vegetales. En estado de larva o gusano se alimenta de la pulpa de la fruta, provocando su pudrición y destrucción.
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Tiene un alto poder de dispersión y adaptación lo que le ha permitido extenderse desde África Occidental hasta abarcar más de 90 países en el mundo. Se detectó por primera vez en el continente americano en 1901 cuando se comunicó su presencia en Brasil. Posteriormente en Uruguay durante 1932 y en Argentina en el año 1934. La variedad de hospederos, es decir especies que puede atacar, incluye más de 250.
Frecuentemente amplían su rango de hospedantes (planta en la que pueden completar su ciclo de vida) y sufren procesos de especiación. Cuando son introducidas en un lugar nuevo, aumentan poco a poco, el número de especies frutales atacadas.
Si bien Mendoza no es una provincia productora de cítricos comerciales, este insecto pasa el invierno como pupa o capullo en el suelo y como larva en los cítricos ornamentales de los patios de las casas, que sirven de puente natural para la continuidad de la plaga durante el ciclo invernal. Estos frutales constituyen, en esta época del año, el principal foco de infestación, ya que es allí donde la mosca del Mediterráneo continúa su ciclo biológico.
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