Juguetes, joyas, modelos, fundas para teléfonos, moldes y hasta órganos humanos son algunas de los productos que se pueden hacer.
Impresoras 3D: el negocio que sigue generando nuevos usuarios
Uno de los negocios más rentables y que podés invertir es tener una impresora 3D para crear juguetes, joyas, modelos, fundas para teléfonos, moldes y hasta órganos humanos.
El creador diseña un plano tridimensional en si computadora. Una vez cargado el modelo, la impresora deposita una capa de material sobre otra (por ejemplo plástico) hasta crear el objeto en cuestión.
El paso siguiente es configurar la impresora, elegir la calidad de impresión y la configuración correcta del material. Desde allí, se puede cargar el archivo a la impresora con un pendrive, tarjeta SD o un programa como OctoPrint. Luego, el equipo comienza el proceso aditivo, a veces lento, de aplicar el material capa a capa.
Hay distintos tipos de impresoras ya que cada una se usa para diferentes aplicaciones. La FDM emplea un material que es un polímero que funde a una temperatura de entre 200 y 300 grados. Además, es de menor valor y es la más empleada por emprendedores y hobbistas.
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Otra que se usa es la estereolitografía o SLA que es para resina fotosensible. En un recipiente en el que al entrar luz se endurece y va creando el objeto. Luego debe ser "curada" para que dicho material seque y termine de solidificar. Esta tecnología es empleada en su mayoría para pequeños formatos como odontología y joyería.
Y por último está la SLS (sinterizado láser selectivo): "El material se encuentra en un recipiente con partículas de polvo, que al ser tocadas por un láser se derriten y unen entre sí, generando el objeto. Utiliza desde plásticos de gran resistencia como el nylon, hasta metales como acero o titanio".
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