Un hallazgo arqueológico dejó una historia singular que involucró a una empresa constructora, al Gobierno de Mendoza y a mujeres indígenas. La investigación judicial trunca y la ceremonia ancestral entre los obreros de la construcción.
El cráneo prehistórico que "estremeció" a un nuevo edificio en Godoy Cruz
¿Qué es manifestarse desde otro plano? en este tiempo donde la muerte parece ser más cercana por los resabios de la pandemia que nos expuso vulnerables a lo menos querido que es morir, de acuerdo a nuestra civilización occidental.
Eso, una manifestación, ocurrió el miércoles 31 de agosto, en una obra en construcción ubicada en Godoy Cruz en el límite con Capital. Ubicado en la esquina de Álvarez Condarco y Pedro J. Godoy se levanta un distinguido edificio de departamentos que es más evidente desde la vista de la calle Mariano Moreno de Ciudad del otro lado del zanjón Frias. Las excavaciones para hacer los cimientos de esa construcción "despertaron" a un cementerio indígena. Las personas enterradas allí, vivieron hace 1500 años en lo que hoy es "nuestra" Mendoza.
El hallazgo de los huesos humanos datan del año 500 de la era cristiana. Fue oculto primero, desvirtuado por una fiscal después, y finalmente aceptado con una ceremonia huarpe para reparar esa alteración del "descanso eterno", dicho en clave espiritual.
Dato que fundamenta este informe: Un cementerio indígena fue detectado y reconocido como parte de la historia precolombina de Mendoza. Después de una denuncia que abrió una investigación por una foto de un cráneo humano encontrado en una contenedor de una construcción.
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La primera pista salió a la superficie fue el lunes 1 de agosto, con el conocimiento de una denuncia al 911. Dos fotos mostraban un cráneo y otros huesos humanos entre escombros dentro de un contenedor y se identificaba el lugar como "una obra en construcción al lado del Colegio San Jorge en Godoy Cruz". Hubo cierta repercusión pública a través de algunos reportes periodísticos, pero luego el caso se diluyó entre tormenta informativa diaria en medio de un agosto crítico para la población argentina.
Laberinto judicial
En el transcurso de las siguientes semanas las consultas al Poder Judicial se sucedieron por parte del POST sobre el avance de la investigación a cargo de la fiscal Andrea Lazo. La magistrada primero hizo trascender que derivaría la causa a su colega Claudia Ríos que había tenido un caso similar originado en el mismo lugar en base a un hallazgo de otro cráneo humano. Ríos fiscal que investiga homicidios -como Lazo- finalmente informó que aquella causa de hace tres años había sido archivada porque se trataba de un hallazgo arqueológico, por lo cual la causa abierta a fines de julio no había sido trasladada a su área.
Entonces Lazo respondió a este medio que "no hay huesos, ni hallazgo, solo una foto que no se puede determinar ni origen ni fecha". Consultada nuevamente Lazo, dada su conclusión, si se trataba de una denuncia falsa. La magistrada contestó que no era una denuncia, sino una "noticia criminis". Es decir un aporte a la justicia que puede incitar a una investigación criminal. Y además Lazo, insistió en que el origen de las imágenes no se podía determinar porque "era una cadena interminable".
La verdad es que quien sacó las fotos luego dio su testimonio refrendando la denuncia ante la justicia. Esto fue confirmado a este medio por confidentes que acompañaron a la persona denunciante. Además esos restos óseos fueron rescatados de los escombros y quedaron como evidencia. Y fueron esos mismos informantes que advirtieron que en los días siguientes hubo más huesos expuestos por las excavaciones en la construcción.
El cuadro patrimonial
Ni bien se conocieron las imágenes de los huesos, la empresa Kristich, encargada de la construcción que se levanta sobre el cementerio ancestral, armó un equipo de tres jóvenes arqueólogos a instancia de la Dirección de Patrimonio de la Provincia que ya tenía registrada la ubicación del enterratorio. Eso hizo que los posteriores hallazgos no fueran a dar a los escombros de la obra.
Hubo hermetismo y rechazo por parte de los responsables de la construcción sobre lo que sucedió dentro de ese predio donde aún no se termina el edificio. Sin embargo el jueves 8, el POST recogió comentarios de personas que trabajan en la obra y que confirmaron todo lo ocurrido y fueron aportes importantes para redondear esta historia que hoy contamos. Porque ellos también fueron testigos ocasionales del ritual que cerró este suceso.
En tiempo nativo y espiritual
Fueron tres mujeres descendientes de los pueblos originarios, los tres estudiantes avanzados de arqueología y el director de Patrimonio de la Provincia, Horacio Chiavazza quienes participaron de la ceremonia indígena en honor a las personas enterradas en ese lugar y que habitaron estas tierras mil años antes de la llegada de Pedro del Castillo (fundó Mendoza el 2 de marzo de 1561).
Fueron los obreros quienes vieron ese ritual "extraño" aunque valorados por ellos al reconocer que a nadie de esta época le gustaría que desentierren a un familiar por la construcción de un edificio.
Chiavazza confirmó al POST esta secuencia de hechos desde la publicación de la imagen del cráneo prehistórico. Y Claudia Herrera una de las oficiantes del acto espiritual detalló por escrito el hecho y los motivos de ese ritual ancestral, "raro" para los ojos superficiales de este siglo, pero muy humano y reparador para quienes lo vieron de cerca.
· Diálogo y manifestación. Tres Mujeres huarpes fuimos convocadas por la Dirección de Patrimonio de Mendoza, quienes venimos participando en espacios de diálogos entre Pueblos Indígenas y Patrimonio. Realizamos una ceremonia en el mismo lugar donde se produjo el hallazgo, como una forma de honrar a estas y estos antepasados, quienes consideramos, se manifestaron de esta manera en la actualidad.
· Cantos y flores para el camino. En esta ceremonia les dejamos amorosamente nuestras oraciones para que en esta nueva etapa tengan un caminar florido y de mucha luz, les cantamos y dejamos flores, para que continúen iluminando y guiando en nuestra lucha como Pueblos Indígenas (PI) y hacia toda la Humanidad, en tiempos de crisis profunda de valores. También para que sigan acompañándonos para que las instituciones comprendan y dejen de exhibir los cuerpos humanos de los PI como objeto de atracción turística, hecho que aún sucede en algunas provincias y también para que sean restituid@s, tratad@s con respeto por sectores de la ciencia.
· Reparación histórica. Esta ceremonia es parte de una serie de acciones propuestas por quienes venimos construyendo un diálogo de respeto entre Pueblos Indígenas y Patrimonio de la provincia, como acción concreta de Reparación histórica hacía los Pueblos Originarios de Mendoza, entre otras cosas. Todo esto también está enmarcado en el Derecho humano Indigena a nivel internacional, Nacional y Provincial.