Este jueves dejó de existir Guido Previtera, quien aún en el siglo XXI seguía oficiando de relojero de la provincia.
Falleció el último gran relojero de la provincia
El reconocido relojero Guido Previtera, quien atendía su negocio de antaño en unos de los históricos puestos de la concurrida Terminal del Sol murió este jueves.
Previtera era reconocido en el rubro por mantener vivo uno de los oficios más antiguos y que ha ido desapareciendo con el paso de los años y el avance de las nuevas tecnologías, las cuales, de a poco van dejando atrás el sistema analógico de la mayoría de los relojes para incorporar modernos sistemas de digitalización.
Por ello, el minucioso y meticuloso trabajo de revisar, reparar y restaurar relojes con una precisión que maravilla parece de a poco destinada a desaparecer. En su haber también se encuentra la hazaña de haber atendido durante años el reloj de la "Torre de los Ingleses" y era, a menudo, contactado para reparar piezas únicas y que requerían un cuidado extremo en su tratamiento.
Hace años, su hijo Fernando Privitera le había manifestado a Los Andes que "mi padre es el relojero más antiguo en actividad de la provincia. En todo el Gran Mendoza las relojerías han ido cerrando paulatinamente y nosotros seguimos en pie manteniendo el oficio. Deben quedar solo unas diez abiertas. Nosotros estamos desde los inicios de la Terminal".
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Con el fallecimiento de Guido Previtera se va uno de los más reconocidos exponentes del rubro en Mendoza, aquel que supo devolver el funcionamiento a piezas de reliquia y que marcan la paulatina desaparición de una profesión que ya tiene muy pocos miembros.
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Foto de portada: Los Andes