José Brizuela, de La Pradera, aseguró que los clientes compran para el día y llevan los cortes más económicos.
"La gente no tiene un peso", se lamentó un empresario de la carne de Mendoza
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina realizó un informe que arrojó un contundente dato: el consumo de carne vacuna en el país cayó al nivel más bajo en 100 años, situación en la que influyen diferentes factores sociales y económicos. Son apenas 47,8 kilos per cápita, producto de la crisis económica, la pobreza y un cambio de paradigma en los gustos de la gente.
José Brizuela, dueño de Carnes La Pradera habló al respecto en el programa Te digo lo que pienso que conduce Ricardo Montacuto por radio Nihuil y dijo que que se nota mucho la merma en las ventas. Para el empresario, la baja en el consumo se debe a que " la gente no tiene un peso".
"Se nota mucho que los clientes van por la diaria. Se vuelcan por la molida y por los cortes más económicos o por carne de pollo. Llevan lo que está en precio. Hacía mucho tiempo que no se veía que se eligiese tanto el producto", señaló.
José Brizuela
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Brizuela aseguró que hay mercadería, pero que el precio se ha quedado. "No ha subido lo que debería haber subido. El precio está atrasado. Se vende muy poco y eso afecta la demanda".
Respecto a los impedimentos para exportar carne, destacó que hace muchos años que estamos mal en ese tema. "Parece que uno se acostumbra y ve como normal lo que no es normal. Desde hace más de un año que nosotros tenemos la habilitación para exportar a Chile y todavía no podemos. Desde el otro lado de la cordillera nos dicen que no pueden creer que todavía no podamos hacer envíos".
¿Se iría del país?
El dueño de La Pradera confesó que a veces siente ganas de cerrar todo para irse de Argentina. "Lo que pasa es que tengo a mis hijos y mis nietos acá. Es como que siempre estoy esperando que las cosas cambien. Me digo a mi mismo, ya va a cambiar, ya va a cambiar. Si no fuera por mí, mis hijos se hubieran ido hace rato. Tengo dos hermanas que se fueron y siempre me están tentando. Seguimos aguantando y esperando que pasen cosas distintas en la Argentina".
Por último, Brizuela contó que cuenta con tres locales y 70 empleados. "Son 70 familias que dependen de nosotros. Todas las semanas me piden adelanto de sueldos. Cuesta muchísimo llegar a fin de mes. Todos tratan de acomodarse. Está todo muy complicado".
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