Al alcance de cualquier porteño y bonaerense se encuentra una réplica exacta del dormitorio donde falleció el libertador. Una joya desconocida para mucho.
Cómo conocer la habitación donde murió San Martín
La muerte encontró al general José de San Martín en una modesta habitación de la vivienda que alquilaba en la localidad francesa de Boulogne-sur-mer. Hoy ese lugar es un museo donde se puede conocer la intimidad de los últimos días del libertador y desde el que se difunde su legado.
La denominada "Casa San Martín", que en 1926 fue adquirida por el Estado argentino y desde ese entonces se encuentra bajo la órbita de la Embajada en París, se convirtió en un lugar de peregrinación para cientos de argentinos que visitan tierras galas.
Sin embargo, es posible conocer la habitación donde falleció el general correntino sin viajar a Francia. En el Museo Histórico Nacional (MHN), ubicado en el barrio porteño de San Telmo, se encuentra una reconstrucción exacta del espacio donde San Martín pasó sus últimos años de vida.
En ese espacio se exhiben los muebles originales que le pertenecieron y fueron donados al MHN en 1899 por su nieta Josefa Balcarce y San Martín, hija de Merceditas San Martín y Mariano Balcarce.
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La descendiente del libertador envió un croquis indicando el orden en el que debían colocarse los objetos y el mobiliario para respetar la distribución original de la habitación del segundo piso del edificio ubicado en el 105 de la Grande Rue (actualmente 113): desde 1939 se sigue con el lineamiento de Josefa Balcarce y San Martín.
Uno de los datos más curiosos del lugar, desconocido para muchos argentinos, es que hay tres tablas del piso de madera que se encuentran ubicadas en el centro de la habitación, debajo de la mesa, que pertenecieron a la casa original y fueron donadas en 1939 por el Consulado argentino en Francia.
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Incluso, en la réplica del dormitorio se conserva una acuarela original que, según el testimonio de la nieta del general, fue coloreada por él mismo: se trata de "Woodford", un grabado realizado en 1825 por Thomas Sutherland a partir de la obra de William John Huggins, un artista inglés célebre por sus pinturas de marinas y que llegó a ser uno de los artistas oficiales de la Corona de Inglaterra.