El adolescente fue atacado por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche en Villa Gesell. El dolor de los padres, la investigación y el pedido de justicia.
Fernando Báez Sosa, a un año del crimen que conmocionó al país
Este lunes 18 de enero se cumple un año del asesinato de Fernando Báez Sosa, el adolescente que fue atacado por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche en Villa Gesell y que conmovió al país durante el verano pasado.
"No se cuenta nada de esto a nadie", "lo recagamos a palos mal", "ganamos igual" y "caducó" son algunas de las frases que representan la violencia de un crimen que sacudió al país en plena temporada de verano. El homicidio generó un fuerte impacto a nivel nacional y volvió a poner el foco en la participación de jóvenes vinculados al rugby en hechos de violencia.
Según registraron cámaras de seguridad privadas y públicas cercanas al lugar del ataque, así como imágenes tomadas por testigos de la agresión, Báez Sosa fue golpeado entre las 4.41 y las 5 mientras conversaba con sus amigos en la vereda frente al local bailable Le Brique y, tras caer al piso, recibió trompadas y patadas en el cuerpo y en la cabeza.
El joven quedó inconsciente y fue asistido en el lugar por personal policial y por una turista que le realizó maniobras de reanimación cardiopulmar, tras lo cual fue trasladado en ambulancia al Hospital Arturo Illia, donde finalmente falleció. La autopsia determinó que murió de "un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a traumatismo de cráneo".
Los jóvenes, imputados luego por el delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", fueron identificados como Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (20), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (19), Ayrton Viollaz (21), Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (19).
El dolor de los padres
A un año de haber perdido a su único hijo, Graciela Sosa y Silvino Báez se reunieron con el presidente Alberto Fernández en Casa Rosada, a la espera de un juicio donde se defina la condena de los responsables. Por el crimen del joven estudiante de Derecho, de 18 años, hay ocho rugbiers detenidos.
"Vivimos muy mal, no pudimos superar la pérdida de nuestro hijo. En el día a día es muchísimo más el dolor, no podemos creer lo que le hicieron. Lo masacraron de una manera que es muy dolorosa. Perdimos lo mejor de nuestra vida. Él nos daba ganas de seguir, prosperar, ahora salimos a trabajar pero sin sentido. Pero sigo adelante, me ayuda a despejarme", manifestó Silvino Báez hace unos días en declaraciones a la prensa.
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Los padres de Fernando esperan que la Justicia que avance en el proceso e inicie el juicio oral contra Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz. "Es incierto el inicio del juicio, esperamos que pronto se conozca la fecha. A nosotros solos nos queda pedir justicia. La verdadera justicia es la condena perpetua", señaló la mamá, Graciela.
La investigación
Los rugbiers están imputados por la presunta comisión del delito de homicidio doblemente agravado por la alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, que tienen una pena de prisión perpetua.
Luego de diez meses de una intensa investigación, en noviembre la fiscal Verónica Zamboni, quien siguió la causa desde el primer momento, presentó ante el juez David Mancinelli, a cargo del Juzgado de Garantías de Villa Gesell, la requisitoria de elevación a juicio contra los ocho imputados.
El pedido se deriva del análisis de casi un centenar de pruebas --la autopsia, peritajes a los celulares de los imputados, peritajes en el lugar de los hechos y otros sobre las prendas de los imputados tanto como de las víctimas, declaraciones testimoniales, registros fílmicos y fotográficos, informes de diferentes organismos y muestras de ADN-- con las que la fiscal pudo determinar la participación que cada uno de los imputados tuvo en el ataque que terminó con la muerte de Báez Sosa.
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Los rugbiers que se encontraban esa noche en Le Brique se sacaron una selfie esa misma madrugada, después de haber dejado muerto al adolescente porteño frente al boliche, donde se los ve sonrientes y con los pulgares hacia arriba. También fueron a desayunar a un local de comida rápida, y en el grupo de Whatsapp intercambiaban mensajes donde decían que la víctima "caducó", y festejaban "ganamos".
Según el relato de Zamboni, replicado en un informe de Página 12, la agresión comenzó dentro del boliche, cuando Báez Sosa, junto con tres amigos, se encontraba en la pista de baile escuchando el recital del trapero Neo Pistea, y por accidente rozó a uno de los agresores. "Fernando levantaba el dedo como que no había pasado nada", relató en su declaración uno de los amigos de Fernando y advirtió que "este muchacho mientras se retiraba lo seguía mirando feo a Fernando".
Más tarde, camino al baño del boliche, uno de los amigos de Báez Sosa se encontró nuevamente con uno de los agresores, con quien tuvo "un choque por la cantidad de gente que había", según declaró frente a la fiscal. El choque dio lugar a una serie de "manotazos", que Fernando intentó detener y que fueron el detonante que llevó a los encargados de seguridad del boliche a sacar a ambos grupos del establecimiento. Según declaró el mismo amigo de Báez Sosa, quien recibió un golpe en la boca cuando intentó defenderlo de los golpes y patadas de los rugbiers, en varias oportunidades solicitaron ayuda a los encargados de la seguridad del boliche, quienes "estaban todos mirando, pero nadie se acercaba".
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En el texto de la requisitoria a juicio, que deberá considerar Mancinelli, la Fiscalía afirma que, una vez afuera del local, los imputados "acordaron darle muerte" al adolescente de 18 años, y para lograrlo se organizaron en dos grupos: los primeros cinco --Thompsen, Comelli, Cinalli, Benicelli, y Ciro Pertossi-- fueron quienes abordaron por detrás a la víctima, dejándolo indefenso, mientras que los otros tres --Viollaz, Lucas y Luciano Pertossi-- posibilitaron el delito ya que, además de encerrar a Báez Sosa, "agredieron físicamente a los amigos de Fernando" que "pretendían ayudar a la víctima". Las lesiones leves contra los amigos de Fernando también fueron incluidas en la acusación de la Fiscalía.
Tras el dictamen del fiscal general de Dolores, Diego Escoda, quien se mostró conforme con el planteo de la fiscal Zamboni, el juez Mancinelli pidió la intervención de las partes de las que hasta ahora respondieron únicamente los abogados que representan a la familia Báez Sosa, Fernando Burlando y Fabián Améndola, mientras que la defensa de los ocho imputados, en manos del abogado Hugo Tomei, todavía no se comunicó con el Juzgado.
Qué pasó con Guarino y Milanesi
Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi también están involucrados en la causa, con un pedido de sobreseimiento por parte de la fiscal, quien consideró que no cuenta con las pruebas suficientes para demostrar que los acusados participaron de la agresión contra Báez Sosa. En febrero del año pasado, el juez Mancinelli ordenó la excarcelación de ambos, quienes desde entonces se encuentran en libertad.
La estrategia de la defensa
A un año del homicidio, ocurrido frente al boliche Le Brique, la causa se encuentra en pleno trámite del pedido de elevación a juicio presentado por la fiscal del caso, Verónica Zamboni, y debido a la feria judicial está pendiente la respuesta a este requerimiento por parte del abogado de los imputados, Hugo Tomei.
Si bien durante la etapa de instrucción el defensor había deslizado que pediría que los acusados fueran juzgados por un jurado ciudadano, fuentes con acceso al expediente indicaron que Tomei optará finalmente por un juicio tradicional ante un tribunal oral.
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Este cambio de estrategia deberá ser notificado al juez de Garantías de Gesell, David Mancinelli, cuando el abogado responda la notificación del requerimiento de elevación a juicio, para lo que tiene plazo hasta el 1 de febrero, cuando termine la feria judicial.
Según indicaron fuentes de la causa, la defensa entiende que la divulgación reiterada de los elementos de la instrucción, así como las manifestaciones dirigidas hacia los imputados por partes de los abogados de la familia Báez Sosa, Fernando Burlando y Fabián Améndola, impediría que los eventuales integrantes de un jurado lleguen a esa instancia sin prejuicios o preconceptos sobre los hechos.
En ese sentido, Tomei planteará que el Poder Judicial es responsable de "condicionar" la renuncia al juicio por jurados, por no poner límites a las manifestaciones de la acusación, y permitir "la proliferación de opiniones" que "fundaron la condena social".
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