Café, papel higiénico, alimentos, son productos que por diversos factores podrían escasear. En la provincia la situación roza la normalidad.
A pesar de que se anuncian faltantes, hay de todo en las góndolas de Mendoza
El panorama económico en la Argentina es complejo y se agudizó tras la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía. La incertidumbre que provocó la renuncia del ahora ex funcionario marcaron días movidos en cuanto al mercado cambiario y las actividades comerciales, muchas de las cuales frenaron sus actividades, provocando un efecto dominó en diferentes industrias. El café podría acabarse en el país en poco más de un mes por las trabas a las importaciones, también podría escasear el papel higiénico; sin embargo la situación en Mendoza es totalmente normal.
A pesar de los apocalípticos pensamientos y la paranoia, una recorrida por diferentes supermercados, desde los más grandes hasta pequeños céntricos, marca que no hay faltante de productos en la provincia.
Aunque el panorama es complejo y podría profundizarse la crisis en las próximas semanas. Variedad, marcas y precios, sin límite de compra, fue lo que se apreció en grandes cadenas como Carrefour, Vea y Átomo. En tanto otros locales de menor envergadura también estaban funcionando con "normalidad".
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"Hay dificultades y demoras en el abastecimiento de ciertos insumos, repuestos, instrumental y mucha burocracia en la gestión de compras importadas", explican desde el sector, y este podría ser un factor que incida en las góndolas mendocinas, aunque de momento no se registran inconvenientes mayores.
Ese no es el único problema, por ejemplo en productos antes mencionados como café o papel higiénico, las importaciones y su burocracia provocan el freno del ingreso de insumos. Café en granos que no se produce en el país; y celulosa que se usa para la manufacturación de diversos productos, no sólo papel, como pañales y envases.
"Esta incertidumbre se traslada en una presión hacia los precios. Las empresas no saben si van a poder hacer la reposición correspondiente. Hay un conjunto de situaciones de extrema gravedad. Para la economía y la producción no hay peor que la incertidumbre, que lleva a las empresas a tomar decisiones conservadoras para resguardarse", aseguran y esto enciende una alarma que por ahora es sólo eso, una alerta para empresarios y consumidores que aguardan que la situación no empeore.
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