El último informe de Argentinos por la Educación asegura que en cuatro años, bajó la deserción de alumnos en todo el país, que nuestra provincia tiene una de las mejores performances. Se trata de una buena noticia que sin embargo, tiene sus contra.
Mendoza está entre las provincias con menor abandono escolar
El último informe de Argentinos por la Educación afirma que el abandono escolar cayó 9,3 puntos porcentuales en los últimos cuatro años en la República Argentina. Sucede que en 2018, el 24,4% de los estudiantes de 17 años habían abandonado la escuela. Pero cuatro años después, la cifra desciende al 15,1% entre los estudiantes que tenían 17 años en 2022.
El informe "Trayectorias escolares: ¿Cuántos estudiantes abandonan la secundaria en Argentina?" analiza los niveles de deserción en el colegio secundario para el período 2012-2022, a partir del seguimiento de cohortes de estudiantes, utilizando los últimos datos del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación de la Nación.
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En 2022, las provincias con mayores tasas de abandono acumulado para los estudiantes de 17 años son Santiago del Estero (35,6%), Misiones (34,2%) y Formosa (28,9%). Y, en contraposición, las que presentaron menor porcentaje de abandono son La Pampa (3,6%), Tierra del Fuego (6,9%) y CABA (9,0%).
En el período analizado, el abandono escolar acumulado para los estudiantes de 17 años disminuyó en todas las provincias, aunque en distintas proporciones.
Mendoza entre las provicias con menor deserción
El informe de Argentinos por la Educación destaca que entre las provincias con mayores reducciones de abandono en el nivel secundario, se encuentran:
-San Luis (14,3 pp)
- Mendoza (13,3 pp)
-Jujuy (11,1 pp).
En cambio, La Rioja (4,5 pp), Chaco (5,5 pp) y Misiones (5,7 pp) son las que menos redujeron el abandono acumulado a los 17 años.
"La buena noticia tiene sus limitaciones"
Según Paz Míguez, Directora Ejecutiva de Fundación Éforo y coautora del informe, "si bien los datos oficiales analizados estiman que el nivel de abandono escolar en la escuela secundaria bajó en todas las jurisdicciones argentinas durante los últimos años, la buena noticia tiene sus limitaciones".
"Como ocurre con otros sistemas de información en nuestro país, la información educativa está fragmentada y no es concluyente para medir el abandono escolar. Al considerar la tasa de matrícula declarada en el marco del Relevamiento Anual (RA), no es posible conocer, por ejemplo, si quienes se inscribieron al inicio del ciclo lectivo dejaron la escuela durante el año, tampoco se considera en este análisis terminalidad, niveles de aprendizaje ni a quienes quedaron por fuera del sistema, es decir, estudiantes que no se matricularon", explicó.
Agregó que "a esto se suman las dificultades para recolectar información durante la pandemia así como los cambios en los regímenes de promoción".
"La caída generalizada del abandono en el nivel secundario es una buena noticia que da cuenta de los esfuerzos individuales de los estudiantes, de sus familias, de los equipos escolares y del Estado por hacer de la escuela el lugar de pertenencia de los jóvenes. Sin embargo, persisten altos niveles de exclusión y esto requiere de estrategias que permitan anticipar situaciones de riesgo de abandono y promover intervenciones oportunas", planteó Esteban Torre, director del programa de Educación de Cippec.
"Los sistemas de alerta temprana son una herramienta para prevenir el abandono escolar que, apoyada en sistemas nominales de información, permite que las escuelas orienten sus acciones y los ministerios redefinan políticas y direccionen recursos hacia los casos más críticos", agregó.
La primera cohorte analizada en el informe es la de los estudiantes que tenían 11 años en 2012. A los 17 años (en 2018), un 24,4% de estos alumnos habían abandonado la escuela, mientras que solo el 46,6% se encontraban en edad teórica (es decir, en el curso correspondiente a su edad). El resto de los estudiantes tenían distintos niveles de sobreedad por haber repetido: un año (14,1%), dos años (8,7%), o tres o más (6,2%).
Cuatro años después, para la cohorte de los estudiantes que tenían 11 años en 2016, las cifras habían mejorado. A los 17 años (en 2022), un 15,1% de estos alumnos habían abandonado la escuela, mientras que el 59,5% se encontraban en edad teórica. El resto de los estudiantes habían repetido y tenían un año (15,1%), dos (6,7%), o tres o más de sobreedad (3,5%).
María de los Angeles Centurión, Licenciada en Gestión Educativa, entiende que "si bien este es solo uno de los tantos aspectos que debemos mejorar en materia educativa, no dejo de mirar con optimismo la baja del abandono escolar que se observa en todo el país". Y destacó que "seguramente, con más chicos y jóvenes alojados en el sistema, tendremos más oportunidades de revertir otras cifras preocupantes para lograr una mejora general de los aprendizajes".
Los contra
Por último, Bruno Videla, docente de escuela secundaria, señaló que la disminución del abandono escolar, coincide con un retroceso en la calidad educativa.
"Hoy los regímenes académicos son más flexibles y otorgan más oportunidades para que los alumnos puedan acreditar materias pendientes. Además, la escuela tiene la obligación de adaptarse a las distintas situaciones que pueden llevar a un alumno a no poder sostener la regularidad de la cursada, sin que por eso pierda la chance de ir acreditando materias y finalmente terminar el secundario. En este contexto, podemos deducir que la disminución del abandono escolar no es un resultado que podamos festejar con demasiado entusiasmo, porque pareciera que la causa es que se bajó la vara".
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