Claudia, trabaja al menos 10 horas por día y los fines de semana hace empanadas para subsistir. Le pide a Dios que le dé entendimiento al presidente.
La empleada doméstica de Mendoza que reza todos los días por los políticos
Claudia es una trabajadora doméstica que va a cumplir 50 años, tiene 3 hijos y trabaja al menos 10 horas por día para poder subsistir. Vive en Vistalba, Luján de Cuyo, con su esposo que es enfermo oncológico pero esto no le impide hacer changas. También en la vivienda está el padre de ella, de 90 años.
Los fines de semana hace empanadas para poder aumentar sus ingresos. "Soy empleada doméstica desde los 11 años cuando perdí a mi mamá y desde entonces trabajo muy honrosamente", dijo en diálogo con el periodista Ricardo Montacuto en el programa Te digo lo que pienso por radio Nihuil.
La vecina de Luján de Cuyo contó que solo en una de las casas en las que trabaja está regsitrada. En las otras viviendas, por su tarea le pagan 300 pesos la hora, en negro y que como no tiene cobertura de salud, tiene que ir a atenderse al hospital público.
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"Somos pobres. No llegamos al índice del gobierno. Los fines de semana hago empanadas. Las mejores de Vistalba. La noche del viernes hago la masa y el sábado de la mañana temprano nos levantamos a picar cebolla y a hacer el picadillo. Preparo unas 40 docenas de empanadas. Las cobro a $500 y las vendo a todas, ¡gracias a Dios!", relató contenta.
Claudia resaltó que pudo criar a sus hijos trabajando de empleada doméstica. "Mi padre me ayudó mucho. Mis hijos no quisieron estudiar, a pesar de que les dí la posibilidad, pero todos trabajan".
"Me levanto todos los días agradeciendo a Dios porque tengo salud y me va bien, pero me duele mi Argentina. Mi patria grande. Me duele cuando voy al supermercado y no puedo comprar lo que necesito o tengo que comprar terceras o cuartas marcas o directamente no comprar porque no me alcanza. No hablo solo por mí sino por todos los argentinos que están pasando necesidades hoy". "Veo muy lejos mi jubilación y seguramente cuando la tenga será la mínima", dijo.
"Si hubiese tenido la posibilidad de irme del país, lo hubiese hecho. Pero pienso en cómo me las hubiese arreglado. Mis hijos tienen ganas de irse. Es triste. Mi patrona llora porque su hijo se fue del país y ahora le van a llevar a sus nietos, ya no van a poder comer en familia. Eso duele como argentino y como papá. Yo tengo una sola nieta, si mi hija se va...¿qué hago?", señaló angustiada.
Por último, la trabajadora dijo: "todos los días oro por mi presidente, por los diputados, por el intendentee Bragagnolo, para que Dios les dé entendimiento. Para que salgan y vean lo que está pasando en el país. Lo que sufren todos", concluyó.
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