El muro de la UNCUYO: ¿solución de seguridad o barrera al progreso urbano?

El muro, construido con paneles de hormigón, fue una respuesta de la UNCuyo a un problema de inseguridad que afecta a la institución desde hace años.

El muro de la UNCUYO: ¿solución de seguridad o barrera al progreso urbano?

Por:Federico Lemos
Editor Post

 El reciente muro de hormigón construido en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) ha generado un intenso debate en Mendoza. Mientras algunos lo ven como una medida necesaria para combatir la inseguridad, otros lo consideran un obstáculo para el desarrollo urbano y la integración social. 

En una entrevista en Radio Post con Mario Isgro, urbanista y exministro de Planificación de Mendoza, se analizaron las implicaciones de esta construcción y su impacto en la ciudad.

El muro: ¿respuesta a la inseguridad o barrera al desarrollo?

El muro, construido con paneles de hormigón, fue una respuesta de la UNCUYO a un problema de inseguridad que afecta a la institución desde hace años. Según Isgro, este flagelo no es atribuible a la gestión actual ni a la anterior, sino a una problemática social de larga data. "La universidad ha respondido construyendo un muro, pero la pregunta es si esta es la mejor solución", señaló el urbanista.

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Isgro recordó que, al ver los paneles de hormigón, inicialmente pensó que se trataba de la apertura de la Gran Capitán Sur, un proyecto de conexión vial entre la Avenida Champagnat y la Boulogne Sur Mer que data de la década del 60. Sin embargo, la construcción resultó ser un muro de seguridad, lo que generó dudas sobre su utilidad a largo plazo.

La Gran Capitán Sur: un proyecto pendiente

La Gran Capitán Sur es un proyecto clave para la conectividad de Mendoza. Isgro explicó que, durante su gestión, se logró abrir la parte norte de esta vía, pero la sección sur sigue pendiente. "El cerrar es un mecanismo de defensa que no critico, pero hay otras herramientas", dijo el urbanista, señalando que los campus universitarios en el mundo tienden a abrirse más que a cerrarse.

Isgro destacó que la apertura de la Gran Capitán Sur no solo mejoraría la movilidad en la zona, sino que también reduciría la delincuencia. "Una calle con flujo vehicular constante dificulta los robos espontáneos", explicó. Además, recordó que en el pasado se logró erradicar un basural en la zona y abrir un tramo de la Gran Capitán, lo que mejoró significativamente la calidad de vida en barrios como Flores y Olivares.

¿Muro de hormigón o soluciones transparentes?

Uno de los puntos más discutidos es el uso de paneles de hormigón en un sector del predio universitario, mientras que el resto del perímetro está cerrado con tela romboidal. Isgro cuestionó la efectividad de esta medida: "El que quiere ingresar y robar lo hará igual, independientemente del muro de cemento".

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El urbanista sugirió que se podrían haber utilizado sistemas transparentes que permitieran la visibilidad entre ambos lados del muro, lo que desalentaría los actos delictivos. "Cuando no sabes qué hay del otro lado, es más fácil cometer un delito", explicó. Además, propuso la idea de realizar un concurso entre arquitectos e ingenieros de la UNCUYO para diseñar una solución más integrada y funcional.

La integración social y el problema de los asentamientos

El debate también tocó el tema de los asentamientos en la zona, como Flores y Olivares, que históricamente han estado en conflicto con la universidad. Isgro reconoció que la falta de planificación urbana ha generado problemas de seguridad no solo para la UNCuyo, sino también para los vecinos de los barrios aledaños.

"Se creó un corredor para la delincuencia", dijo Isgro, refiriéndose a la conexión entre Rosales y Sichiti, que se ha convertido en un punto crítico para los robos. El urbanista destacó la importancia de buscar soluciones que integren a los habitantes de la zona, en lugar de excluirlos. "No se trata de ser inclusivos por ser inclusivos, sino de buscar una ubicación más correcta para todos", afirmó.

¿Qué hacer con los asentamientos?

Isgro planteó la necesidad de implementar un proceso de transformación urbana que permita convertir los asentamientos en barrios integrados. "Hay buenos barrios que antes eran asentamientos, y hoy son barrios humildes pero con servicios y calidad de vida", explicó. Sin embargo, advirtió que si no se actúa a tiempo, el problema seguirá creciendo y será más difícil de resolver.

El urbanista también destacó la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones. "Si en el proceso de construcción del muro se hubiera consultado al municipio, a Vialidad Provincial y a los vecinos, el resultado podría haber sido diferente", dijo.

Un debate necesario

El muro de la UNCuyo ha abierto un debate necesario sobre cómo abordar la inseguridad sin sacrificar el desarrollo urbano y la integración social. Mientras algunos ven en el muro una solución inmediata, otros, como Isgro, abogan por soluciones más integradas y sostenibles a largo plazo.

En un contexto donde la movilidad y la seguridad son prioridades, es fundamental que las decisiones urbanísticas se tomen con una visión de futuro y con la participación de todos los actores involucrados. El muro puede ser una solución temporal, pero el verdadero desafío está en construir una ciudad más conectada y segura para todos.

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