Familiares del fallecido debieron apoyar el cajón en los tachos de basura para descansar cada tanto porque el trayecto era muy largo. Video.
Un cementerio de Mendoza no tenía carro y trasladaron el féretro entre ocho
Una familia de la zona Este de Mendoza vivió una difícil e indignante situación, luego de sufrir el fallecimiento de uno de sus integrantes, que bien podría confundirse con alguna historia de realismo mágico colombiano. Pero no. Fue la realidad que les tocó.
Todo sucedió en el cementerio Buen Orden del departamento de San Martín, cuando el cuerpo de un hombre que pesaba 130 kilos tuvo que ser trasladado hasta el nicho designado.
Ver: Taxis y remises subirán un 47% en Mendoza
La hija del hombre fallecido relató los hechos a Radio Regional: "A mi papá lo llevaron al depósito el domingo. Lo dejaron ahí y el martes lo iban a trasladar al nicho. Pero cuando fuimos para acompañarlo en el traslado, no había movilidad; no había ni carro ni nadie quien lo llevara".
"Mi papá pesaba 130 kilos. Estaban mis hermanos, pero solos no lo podían llevar. Encima había que llevarlo desde la primera entrada del cementerio hasta la segunda por lo que tuvieron que hacer tres paradas".
Compañeros de trabajo de uno de los hermanos de la mujer tuvieron que asistir para ayudarlos. "Paraban para apoyar el cajón en los basurines porque era lejos", graficó Mabel.
Además, contó que "el carro se ha roto hace tiempo. Mi hermano se quejó en la entrada pero no había personal para que trasladara el cajón. Es una vergüenza lo que pasa y el estado en el que está el cementerio".
"El de la oficina nos dijo que se había pinchado una rueda y había varios cajones en el depósito. Creo que no fuimos los únicos que hemos pasado esta situación. Nos cobraron todo y al encargado del depósito hubo que esperarlo un buen rato", se quejó.
Los familiares y amigos del fallecido grabaron todo el traslado que muestra el esfuerzo que debieron hacer para poder depositar el féretro en el nicho, que además era el más alto, y por el que tuvieron que pagarle a la necrópolis.
Por último, Mabel señaló: "Teníamos miedo de que se fuera a romper el cajón porque mi papá era un señor pesado y por lo largo que era el trayecto. No había lugar para subirlo porque había que subirlo al último y con fuerza lo tuvieron que hacer. Los municipales estaban arriba de las escaleras guiando nomás porque no hicieron nada".
Te puede interesar: Ciudad sacó a los tarjeteros de la Arístides y prepara un moderno sistema digital