Fue clausurado en 2016 y el dueño llevó a cabo un largo camino de apelaciones. Por qué hoy está habilitado a pesar de que rige una ordenanza en Ciudad que prohíbe los locales bailables.
El boliche mendocino que llegó a la Corte para seguir abierto
Vecinos de las inmediaciones de calle San Martín y Barraquero reclamaron por ruidos molestos durante la madrugada del último fin de semana. Allí, en esa mítica esquina de la noche mendocina que albergó boliches como Saudades o Wish, hay un nuevo local bailable llamado Butic.
Cabe señalar que, de acuerdo a las averiguaciones que hizo el Post, el lugar cuenta con todas las habilitaciones pertinentes para funcionar dentro de la categoría Clase C, pero hubo un largo periplo que llegó incluso a la Suprema Corte de Mendoza.
El 22 de septiembre de 2016, Wish fue cerrado luego de un operativo por presuntas irregularidades administrativas aunque también se acumulaban denuncias de los vecinos, por ruidos molestos y peleas callejeras.
El propietario, Sergio Alejandro Gómez, presentó en ese momento una medida de amparo en la justicia civil con el fin de pedir la reapertura del local pero el juez Ricardo Sancho declinó el pedido.
A pesar de esta situación, el dueño continuó apelando y el caso llegó a la Suprema Corte de Mendoza, que emitió un fallo el 27 de diciembre de 2020 a favor de Gómez y ordenó el levantamiento de la clausura.
El 27 de enero de 2021, la Municipalidad de Capital emitió una resolución formalizando esta acción, aunque el boliche debía continuar cerrado, ya que regían las restricciones por la pandemia de Covid-19 y los locales bailables no tenían permiso para trabajar, según lo establecía el decreto provincial 16/50-20. Finalmente, cuando las medidas sanitarias fueron levantadas, el lugar estaba en condiciones de volver al ruedo. El propietario decidió cambiar el nombre de fantasía: lo rebautizó Butic e incluso llevó adelante una serie de trabajos de remodelación, bajo un estilo minimalista con diseño en chapa, tipografía Bauhaus en el cartel de la clásica ochava y la apertura de dos ventanales sobre el lado de calle San Martín.
Sin embargo, queda una arista más por responder. ¿Por qué puede seguir funcionando, al igual que La Reserva o Gutiérrez - los últimos reductos de la noche en Ciudad - si rige una ordenanza municipal que prohíbe los locales bailables en el municipio?
Ver: La intervención que hará Ciudad para que la gente deje de fumar
Porque el dueño de Butic (y los dueños de estos otros boliches) no cambiaron su razón social. Cambiaron el nombre de fantasía de su negocio, pero la documentación con la que obtuvieron la habilitación municipal (nombre de lo/los propietarios; CUIL; domicilio legal, etc) es la misma que presentaron al comienzo, antes de que comenzara a regir la ordenanza Nº 3.866 sancionada bajo la intendencia de Rodolfo Suarez que prohíbe los locales bailables. Si los dueños modificaran los datos con los que obtuvieron la primera habilitación, perderían esta condición. No obstante, será tarea del municipio hacer cumplir las disposiciones para garantizar la convivencia entre los vecinos y la movida nocturna del lugar.