Cristina Quiroga es docente y comunicadora, tiene 57 años y contrajo matrimonio con Saúl Roldán, de 42, un recluso condenado a perpetua por un crimen que cometió a los 17.
Se casó con un preso en Mendoza: "Ya no es la misma persona que asesinó"
Cristina Quiroga es docente y comunicadora. Tiene 57 años, vive en Uspallata y lleva adelante un programa de radio en FM del Valle.
Este lunes 2 de octubre se casó con Saúl Cristian Roldán, un recluso condenado a prisión perpetua por un asesinato cometido en el 1999, cuando tenía 17 años, en un contexto de asalto. Luego, en 2013, fue condenado nuevamente por otra muerte cometida dentro del penal junto a otros presos.
Cristina contó su historia en Te Digo lo que Pienso, el programa de Ricardo Montacuto en Radio Nihuil, y detalló su lucha contra los prejuicios, pero cómo ganó también sus "ganas de vivir".
La historia comenzó así: "Yo tenía un programa de radio en FM Del Valle y a partir de ahí él empezó a mandarme chats. Yo al principio no le daba bola pero después me mandó una foto y lo conocí. Yo pensaba que era una persona mucho mayor, por cómo hablaba, por el léxico, pero me sorprendió", relató.
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"Él quería que yo le hiciera un reportaje y que la gente conociera su historia a través del programa de radio. Cuando yo empecé a contestarle, empezamos a relacionarnos. Yo hice los trámites para lograr acceder a la cárcel y hacer la entrevista, pero eso lleva años. Entonces él me preguntó si podía ir a la cárcel como amiga y ahí hacerle la entrevista, que de esa forma era mucho más fácil. Así fue y acá estamos, jeje", contó la docente en la continuidad de la narración.
Saúl Cristian Roldán tiene 42 años y está privado de su libertad desde hace 24. "Ha sido una persona con una vida marginal. Llegó a los 7 años proveniente de Santiago del Estero, de un pueblo llamado Los Juríes, en donde vivían en el monte, en la selva. Cuando llegó con sus hermanos a Mendoza, recién conocieron las zapatillas, porque ellos andaban descalzos", narró la comunicadora.
Respecto a la actualidad de su marido, Cristina Quiroga asegura que "está súper arrepentido, obviamente, desde hace mucho tiempo. Desde los 7 años él ha estado institucionalizado, ha estado con familias, en guardas, estuvo incluso en el COSE. Ha cometido un montón de delitos, fue delincuente toda su vida, desde pequeño, y todo lo hacía para comer y sobrevivir, no para hacerse rico ni famoso o tener una carrera política. No lo estoy justificando, pero eso es parte de su vida".
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"Si la Corte Interamericana de DDHH hubiera actuado como correspondía, él no seguiría adentro porque no hubiese cometido los delitos. Todo eso ya está, pero lo quiero recalcar porque eso no se cumplió", dijo con tristeza.
Respecto a su motivación para conocerlo, Quiroga detalló que "lo primero que me llamó la atención de él fue la cultura que tiene para ser una persona privada de su libertad. Quería conocer esa sabiduría, mirarlo a los ojos. Podía hablar de cualquier tema, cultura, política, religión, psicología, pedagogía... entonces me picó el bichito de la curiosidad para conocerlo. Fue amor fulminante, a primera vista".
"Tiene perspectiva de salir. Hemos pedido salidas transitorias y otros beneficios que se ha ganado", comentó en relación a la cotidianidad, y agregó: "Nos casamos legalmente el lunes 2 de octubre, pero nosotros ya venimos teniendo una relación de 2 años y medio. Primero estuvimos de novios, luego en concubinato con papeles y ahora formalizamos la unión con el matrimonio".
Sobre la relación con una persona presa, Cristina sostuvo que "no es fácil. Es complicado, pero no es imposible. Uno pone en la balanza y va viendo lo que suma y lo que resta. No quiero romantizar nada, pero es lo que me sale decir, nunca viví una cosa así en mis 57 años. Ya presenté los papeles para jubilarme porque tengo 35 años como docente, y nunca me pasó esto. Entonces no tuve reparos".
No obstante, remarcó que "al principio no ventilaba mi relación por el tema de prejuicios, pero la gente se iban enterando. Me veían madrugar y salir con los bolsos a las 6 de la mañana, para después volver tarde a la noche. Al ser docente y con el programa de radio soy una persona pública, más las redes sociales, entonces se fue sabiendo. Un día dijimos que no nos teníamos que esconder más, que ambos éramos 'libres', divorciados y no teníamos nada que esperar. Hace 10 años que vivo sola en la montaña, en una cabañita".
"He vivido mi vida a full y en esto momento tengo lo que quiero. Si van surgiendo nuevas cosas, que fluya. Tenemos proyectos y desde nuestros lugares podemos hacer diferentes cosas. Venimos haciendo cosas sociales y solidarias. Eso nos llena el alma", detalló emocionada.
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Al hablar del casamiento, la docente y comunicadora contó que "fue una ceremonia muy bonita, emotiva, algo mágico. Nosotros creemos mucho en Dios, y la ceremonia civil fue dentro de una Iglesia, con la sorpresa de que fueron las autoridades máximas del penal, que nos aplaudieron y saludaron. Para él fue muy importante sentirse reconocido, visto, que es un ser con valor. Ya no es la misma persona que asesinó con 17 años, o el que estuvo involucrado en ese asesinato dentro de la cárcel. Él está estudiando y trabajando, con continuidad en sus tareas. Figura como electricista en el acta de matrimonio, pero hace muchas cosas con maderas y todo lo que hacen ellos".
Por último, Cristina Quiroga aseguró que su matrimonio con un recluso no influyó en su día a día. "No me trajo ningún problema en el trabajo, hubo mucha empatía. En Uspallata no estoy dando clases ni estoy a cargo de niños pequeños y eso me facilitó tener este vínculo, porque si no seguramente hubieran empezado los prejuicios", concluyó.