Permite predecir la probabilidad de transmisión, atendiendo a la cantidad de personas en la habitación. Cuál es el potencial del desarrollo.
Diseñan un modelo para prevenir el contagio de Covid en aulas y oficinas
Con el impacto de la variante Ómicron a nivel mundial y con el riesgo inminente de que se produzcan contagios de esta nueva cepa, la ciencia busca nuevas formas de evitar las transmisiones del virus para garantizar la salud de las personas y, al mismo tiempo, mantener la presencialidad lo más que se pueda.
Es en ese marco que un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del Imperial College London diseñaron un modelo para calcular la posibilidad de contagio del coronavirus en espacios cerrados.
Esta creación, desarrollada junto a la Universidad de Leeds, emplea datos controlados de dióxido de carbono (CO2) y de ocupación de las habitaciones para anticipar a cuántas personas podría infectar una persona asintomática. Con esos datos, se podría permitir a autoridades escolares y empresariales optimizar las medidas de prevención, en especial las que tienen que ver con la circulación del aire y la ocupación de los espacios.
La vuelta a la presencialidad que se dio en los países en distintos momentos planteó el desafío respecto de los controles y los límites de aforo en las oficinas y aulas.
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Cuando las personas respiran, liberan CO2. Al estar en espacios cerrados, el carbono se acumula y se torna necesario ventilar los ambientes. Esto se potencia cuando hay muchas personas en la habitación, ya que la presencia de CO2 aumenta.
En ese marco, tener un dato preciso acerca de la concentración del CO2 permitiría hacer cambios, ya sea abriendo nuevos canales de ventilación o modificando los planes de asistencia de los trabajadores o estudiantes.
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El estudio fue financiado conjuntamente por el Estudio principal nacional PROTECT COVID-19 y la Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI). Salió publicado en la revista Indoor and Built Environment.
"Esta importante investigación demuestra que, si bien la ruta de transmisión aérea puede contribuir significativamente al riesgo de infección por COVID-19 en lugares como oficinas y escuelas, se pueden tomar medidas para reducir este riesgo y ayudar a facilitar un regreso seguro", aseguró Andrew Curran, asesor científico jefe del Ejecutivo de Salud y Seguridad y líder del estudio PROTECT.