Mientras en Mendoza se condenó a los curas Corradi Corbacho, en Buenos Aires dijeron que los delitos prescribieron.
Prescribió la causa por abusos en la filial de La Plata
Mientras en Mendoza, los imputados por los abusos sexuales en el Instituto Próvolo para niños hipoacúsicos de Luján de Cuyo fueron juzgados y sus condenas ratificadas por la Corte, en Buenos Aires, el Tribunal de Casación Penal declaró prescripta la causa que investigaba a dos sacerdotes y a un profesor de informática en el Próvolo de La Plata.
Los investigados eran los sacerdotes Nicola Corradi, condenado en Mendoza; Eliseo Pirmati, quien fue localizado en un asilo en Italia; y un empleado del Instituto en La Plata.
La decisión se tomó a pesar del fallo de la Cámara de Apelaciones de La Plata, que el año pasado determinó que los delitos contra menores no prescriben.
En este sentido, uno de los abogados que representa a las víctimas en Mendoza, Sergio Salinas, dijo que "en Mendoza los casos son contemporáneos, pero en Buenos Aires son de los años 90. Igualmente no han aplicado los Estándares internacionales (imprecriptibilidad de esos delitos) y eso implicara responsabilidad internacional a la Argentina".
A fines de 2016, la fiscalía especial a cargo de Cecilia Corfield inició una investigación sobre el funcionamiento del centro educativo, después de que se conociera que los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Corbacho -juzgados en Mendoza acusados por abuso sexual de varios hipoacúsicos del Instituto Próvolo de esa provincia- también habían trabajado en la delegación platense.
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Salinas adelantó al Post que apelarán la medida del tribunal bonarense: "haremos los caminos de reclamos nacionales e internacionales".
En tanto en Mendoza se desarrolla el segundo juicio por el Caso Próvolo, que tiene nueve personas imputadas entre las que se encuentran las dos monjas Kosaka Kumiko y Asunción Martínez y la ex apoderada legal del Instituto, Graciela Pascual, además de las ex directoras de la entidad, Gladys Pinacca, Valeska Quintana, Laura Gateán, y Cristina Leguiza; la cocinera Noemí Paz; y la psicóloga Cecilia Raffo.
Por su parte, Carlos Lombardi, representante legal de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico en Argentina, señaló al Post que "la diferencia entre la situación judicial de Mendoza y de Buenos Aires fue cómo se encuadró la querella", ya que aquí se contextualizaron los delitos dentro de leyes de protección de género y también de la niñez, que no prescriben.
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