¿Desmayo o convulsión? Conocé cómo identificarlos para saber qué hacer

Es crucial para actuar de manera adecuada en situaciones de emergencia.

¿Desmayo o convulsión? Conocé cómo identificarlos para saber qué hacer

Editó: Patricia Losada

Conocer la diferencia es crucial para actuar de manera adecuada en situaciones de emergencia. Ambas condiciones pueden presentar riesgos significativos para la salud y la seguridad de las personas, y requieren intervenciones específicas.

Por eso es fundamental comprender la diferencia entre desmayos y convulsiones, ya que ambas condiciones pueden afectar significativamente en la salud y la seguridad de las personas e involucran diversas formas de intervenir para ayudar a quienes los padezcan.

Ambos conceptos son explicados y diferenciados por especialistas de la Universidad Maza, en Mendoza.

Dos situaciones diferentes

Los desmayos, también conocidos como síncopes, son episodios repentinos de pérdida parcial o total de la conciencia, siendo ocasionados por diversas razones como descargas nerviosas, falta de aire, sobreexcitación o ataques de pánico. Sus síntomas incluyen debilidad, palidez, sudoración fría y pérdida momentánea de la conciencia.

En estos casos se debe actuar rápidamente y de manera adecuada para evitar posibles complicaciones. Además de mantener la necesaria calma, lo primero es verificar la respiración de la persona, ubicarla en un lugar seguro y con buena ventilación. No se debe ofrecer comida ni bebida hasta su completa recuperación.

En tanto las convulsiones son caracterizadas por movimientos bruscos debido a una descarga excesiva de las neuronas cerebrales.

"Durante una convulsión, es esencial despejar el lugar para evitar lesiones, sin intentar sujetar o inmovilizar a la persona afectada. Luego de la convulsión, se debe despejar la vía aérea, lateralizar, y dirigirse a un médico para que realice una evaluación", aconsejó el Dr. Cristian Rosales, médico clínico del área de Universidad Saludable de la Universidad Maza.

Actuar para prevenir

Si bien no pueden evitarse completamente, ya que las causas pueden ser múltiples, una buena forma de prevenir desmayos y convulsiones es adoptar hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada y evitar el estrés.

Ante cualquier duda, se debe consultar a un especialista de confianza y, en casos urgentes, acudir a Emergencias o una guardia médica.

Algunos de los motivos que pueden causar desmayos incluyen

-Desencadenantes situacionales, como permanecer de pie durante mucho tiempo en entornos calurosos o con mucha gente. Estos acontecimientos son más probables con deshidratación.

-Desencadenantes físicos, como ver agujas o recibir una inyección.

-Estrés emocional, como miedo o ansiedad.

-Hiperventilación.

-Nivel bajo de azúcar en sangre.

Es inusual que los niños se desmayen antes de los 6 años, a menos que tengan trastornos convulsivos, afecciones cardíacas o hayan estado conteniendo la respiración.

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