Tres hermanos y dos colaboradores fueron detenidos este jueves. El perjuicio, en principio, sería de alrededor de 800.000 dólares.
Detuvieron a 5 mendocinos por estafar a 30 personas con ventas virtuales
Luego de más de 30 denuncias por estafas, este jueves fue detenido el empresario mendocino Giovanni Caroglio. Se trata de un joven oriundo de Luján que tiene 28 años y fundó una desarrolladora de software denominada CriptoCountry, a través de la cual vendía terrenos digitales.
Pero, según indicaron fuentes judiciales al POST este jueves, luego de una extensa investigación y de una serie de allanamientos, se detectó que tales ventas virtuales en realidad eran estafas. Ignacio Manduca y Hans Breuer también fueron detenidos como coautores de los mencionados delitos. Por la tarde, detuvieron también a dos hermanos de Giovanni: Gitan y Genaro, quienes trabajaban con él en la empresa.
Las fuentes judiciales explicaron que los presuntos estafadores habían adoptado dos modalidades para lograr sacarle dinero a los inversores y que el perjuicio, en principio, sería de alrededor de 800.000 dólares.
Una de las formas de estafa era a través de la firma "We Are Capital" (WAC), que se presentaba como una empresa de inversiones que prometía ganancias de gran eficiencia a través de agentes bursátiles. Pero, como contraposición, no cumplían con la ley que regula los fondos de inversión.
Giovanni Caroglio aseguraba que su empresa llegaría a ser unicornio.
Los sospechosos les aseguraban a los inversionistas "que obtendrían ganancias desorbitantes por medio de la compra de contratos de Nasdaq con criptomoneda", contaron también a este diario.
Así, el supuesto "negocio" que ofrecían a los hoy denunciantes eran intereses muy superiores a los de plaza. Intereses que, al menos en los primeros meses, sí pagaban pero, en definitiva, era para que los inversores incrementarán el dinero que entregaban y así fuera creciendo el mecanismo, según la denuncia.
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Pero luego, siempre según las voces a cargo de la investigación, los empresarios comenzaron a incumplir y le daban la opción a los inversores de pasar a otro fondo, comprar terrenos virtuales de CriptoCountry (CC) con el crédito ya tenían acumulado a su favor o bien, recibir el efectivo. Pero nadie ni recuperó su dinero ni recibió ninguna "ciudad virtual" a cambio.
Es que CC, que aún tiene activa su cuenta en Instagram, contenía siete ciudades. Las primeras que se crearon se llamaban Bitcoin City y Ethereum City, y dentro de ellas había terrenos que se transferían de usuario a usuario por intermedio de NFTs (Non Fungible Tokens), una especie de certificado digital de autenticidad que, mediante tecnología blockchain, se asocia a un único archivo digital.
En tanto, la otra modalidad que utilizaban a los ahora detenidos era justamente a través de los NFTs. "Aparentaban la creación del videojuego en un metaverso, vendían los terrenos virtuales por boletos de compraventa prometiendo que utilizarían la tecnología NFT. Pero nunca los transfirieron ni tampoco lanzaron el videojuego", remarcaron.
En este último sentido, lo que prometían a los inversores es que al vender estos certificados de supuesta autenticidad, no sólo recuperarían la inversión sino que además ganarían más dinero cuando se lanzara el juego en cuestión porque su valor se dispararía por las nubes.
De empresa unicornio a estafa virtual
En julio del 2022 la situación era para Giovanni Caroglio era muy distinta. Su empresa tenía una oficina física en plena Quinta Sección de la Ciudad de Mendoza en la que trabajaban 80 personas y proyectaba crecer hasta convertirse en unicornio. Vale decir, una compañía que lograría generar un valor de 1.000 millones de dólares durante su primer año de lanzamiento al mercado.
El perjuicio por las estafas está calculado en 800.000 dólares.
"Del proyecto total que tenemos planificado, llevamos un avance del 40% y seguimos en desarrollo porque es muy grande lo que estamos haciendo. CriptoCountry tiene proyección para ser una empresa unicornio porque hicimos una proyección donde incluso, aun en el peor escenario, una vez que salgamos al mercado y hagamos las cosas bien, en cinco años podemos ser una empresa unicornio", había dicho Giovanni Caroglio en aquel entonces. Casi un año después, quedó detenido.
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