Especialistas del Conicet advierten que en Mendoza no sólo faltan casas, sino que también hay muchas casas en malas condiciones o familias hacinadas. "Hay déficit cuantitativo y cualitativo", aseguran.
Qué dice el último informe del Conicet sobre la falta de casas en Mendoza
Un informe del Conicet en torno a las condiciones habitacionales de la provincia de Mendoza echó luz sobre uno de los temas que más se discutieron en la última campaña electoral. ¿Faltan casas en Mendoza? ¿Cuántas faltan?
El artículo científico elaborado por los investigadores del INAHE (Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía), Federico Berná Vaccarino, Virginia Miranda Gassull y Florencia Ginestar advierte sobre las deficiencias que tiene Mendoza.
Según datos del último Censo, en Mendoza hay más de 652.000 hogares. El término hogar, en este marco, es casi un "sinónimo de familia", ya que se refiere a los grupos de personas que comparten gastos de alimentación, es decir, "que comen de la misma ola".
Dentro de esos 652.000 hogares, hay más de 18.000 hogares que viven en muy malas condiciones. "Son ranchos, casillas, piezas ocupadas de inquilinato, pensiones", explicó Berná en diálogo con el Post.
Esto también incluye a personas que viven en locales no construidos para fines habitacionales -como si alguien viviera en un local comercial-, casillas rodantes, carpas, entre otros que se especifican en los estudios sobre temas habitacionales.
Además de esos 18.000 hogares, hay más de 26.000 familias que residen en barrios populares, es decir, villas y asentamientos de la provincia. "Pero después vas a zonas de clase media y encontrás que hay más 2 o 3 familias en una misma casa o que al fondo de un lote grande se han hecho 2 o 3 prefabricadas en un mismo terreno", explicó el investigador.
Hacinamiento, precariedad, falta de accesos a servicios son algunos de los temas que vienen aparejados. "Mendoza tiene casi un tercio de su población con algún problema habitacional", explica el informe firmado por estos investigadores.
Ver también: Los docentes de Mendoza pedirán que se adelante la paritaria
Déficit cuantitativo y cualitativo
El déficit cuantitativo se refiere al saldo negativo de viviendas entre la cantidad de hogares que hay y el parque habitacional existente. Se trata de "las casas nuevas que hay que construir de cero" para cubrir la demanda de esas nuevas viviendas y para suplantar las "irrecuperables".
El déficit cualitativo, por su parte, son aquellas viviendas que tienen algún grado de precariedad menor en su sistema constructivo que se puede subsanar sin mayores complicaciones.
Esto, sería "cambiar algún techo, conectar a los servicios, acceder a obras de urbanización, hacer un baño". O bien, aquellas que sufren hacinamiento y necesitan ampliación, alguna habitación más o un par de habitaciones más.
"El déficit habitacional lo podemos definir como la cantidad de soluciones habitacionales que son necesarias de hacer para garantizar a cada familia su derecho al hábitat y a la vivienda adecuado", apuntó Berná.
Cuando el investigador se refiere a "soluciones habitacionales" no sólo apunta a la vivienda nueva, "puede ser la obra de urbanización de un barrio, que te hagan el veredín, la acequia, te asfalten la calle, que pase el recolector de basura", explicó.
Por ese motivo, advierten los investigadores, que en los censos se pregunta respecto a los baños, los inconvenientes habitacionales y la cantidad de personas que duermen por cada habitación de la casa.
"El artículo nació originalmente con la idea de poder clarificar el número del déficit, y eso no fue posible. A medida que fuimos haciendo la investigación nos dimos cuenta que no era posible, porque los datos del censo son sesgados, los del 2010 ya están viejos, los del 2022 todavía no está al detalle", explicaron al Post los especialistas.
Ver también: Video: la factura mendocina más grande del país llegó a Olga
"En un medio se hablaba de que hacían falta 30.000 casas y después, con diferencia de pocos días, encontraba una nota que un sector político decía que eran hasta 200.000 soluciones habitacionales", señalaron.
En ese sentido, Berná señaló que, si se suman cuanti y cuali, es más cercano a las 200.000. "Pero viviendas nuevas no son tantas, lo que no quita que el problema sea gravísimo igual", aclaró.
El censo 2010, el Renhabit, el IPV y las distintas fuerzas políticas brindaron distintos panoramas en los últimos años. "La mayoría de los programas o políticas habitacionales están destinadas a construir vivienda nueva, cuando en realidad la mayoría del déficit es de tipo cualitativo", advierten los investigadores.
"Hay muchas viviendas que, con una ampliación, algún pequeño crédito para mejorar, por ejemplo, el baño o el techo, o acceder a algún servicio, ya quedaría como una vivienda en condiciones de denominarse adecuada, tal cual lo define la ONU", explican.
¿Qué dice la ley en Mendoza?
Otro de los temas que se destacan en el artículo publicado por Berná, Miranda y Ginestar, es que Mendoza cuenta con legislación que permitiría mejorar ampliamente la situación. "Hay leyes provinciales y fallos de la justicia que han sentado jurisprudencia al respecto", apuntan.
"No significa que el Estado tenga que hacerle gratis una casa al 100% de los hogares, pero sí tiene que facilitar los medios para que las familias puedan satisfacer un derecho tan básico. No podemos tener tan alto porcentaje de familias sin vivienda propia y encima viviendo en condiciones infrahumanas en algunos casos", criticaron.
Otro de los temas a solucionar es la migración interna en la provincia, que genera que algunos departamentos se vayan despoblando, mientras los del Gran Mendoza se van "sobrepoblando".
"Programas de vivienda rural para los trabajadores del campo con acceso a chacras para poderla trabajar y tener ingresos", apuntan que podría ser una solución. "Lo cierto es que la gente no va a donde está la vivienda, la gente va a donde está el trabajo", subrayan.
"Mendoza tiene herramientas, lo que hace falta es voluntad política de armar los equipos necesarios con el presupuesto necesario para llevar a cabo el relevamiento y las obras", explicaron.
"Mendoza necesita una política de shock con soluciones habitacionales masivas. Porque si no el déficit sigue avanzando a pasos agigantados", señalaron.
Ver también: Estacioneros reclaman que el Gobierno solucione la provisión de GNC
Mientras que subrayaron que "las viviendas nuevas que se hacen en Mendoza ni siquiera cubren los hogares nuevos que se crean por año, que son las parejas nuevas que se van a vivir solos, se casan, los pibes que se independizan de los padres y se van a alquilar". Y añadieron que "no hay construcciones ni siquiera para cubrir el déficit anual que se va generando".
"La normativa está. Y material científico académico al respecto hay una barbaridad, es cuestión de ponerse manos a la obra y ejecutar", sentenciaron. Mientras que apuntaron que el BID también ha elaborado un informe sobre la situación y que podría colaborar con esta solución.
Qué dice el BID
- existe una necesidad de abordar la problemática habitacional desde el ordenamiento territorial
- se deben incluir obligaciones urbanísticas a desarrollos inmobiliarios: cualquier proyecto nuevo debe incluir vivienda de interés social (en Colombia ya es norma y exige un 20% de vivienda social por cada nuevo desarrollo inmobiliario privado).
- buscar estrategias que estimulen la articulación público-privada
- promover el uso de terrenos fiscales bien ubicados, insertos en la trama urbana
- realizar inventarios de suelo intraurbano vacante o infrautilizado
- estimular el incremento estratégico y controlado de la densidad de vivienda en cada zona niveles de altura acorde a la zona