Gabriel Bueno llegó al lugar para practicar tenis y hoy tiene la enorme responsabilidad de presidir uno de los clubes más importantes de Godoy Cruz. Cómo es el plan que busca desarrollar para transformar el panorama de la institución.
Se asoció para jugar al tenis y hoy es el encargado de "dar vuelta" al Jockey Club
De ser un socio común a convertirse en el presidente de un club histórico e importante de Godoy Cruz. Gabriel Bueno llegó al Jockey Club en 2018 inicialmente para practicar tenis, pero poco a poco se fue involucrando con las necesidades de la institución, hasta el punto de que hoy su destino lo ha llevado a asumir la presidencia.
A sus 31 años, Gabriel tomó las riendas del Jockey en octubre de 2023, con el desafió de transformar el panorama del club mediante una nueva política de gestión.
Como sucede con muchos clubes de barrio en Mendoza, el Jockey Club enfrenta enormes retos para superar la crisis económica actual. Por eso, es fundamental conocer de cerca las actividades que realizan estos clubes, frecuentados por cientos de niños y familias, para entender cómo logran mantenerse en funcionamiento en tiempos tan difíciles.
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Por este motivo, el Post conversó con Gabriel Bueno, presidente del Jockey Club Mendoza (ubicado en Montes de Oca 889), para conocer más sobre el presente de esta importante institución. "Tenemos alrededor de 70 años de historia. Nacimos como un club que ofrecía servicios a los socios que formaban parte del hipódromo. La historia indica que el club, al prestar sus servicios al hipódromo, prácticamente dependía de las actividades que este último ofrecía", relató Bueno.
Y agregó sobre su nueva gestión: "Somos una comisión compuesta por miembros de la gestión anterior y nuevos integrantes. El club necesita principalmente el apoyo en la gestión edilicia, normativa y autorizaciones para lograr las habilitaciones necesarias que nos permitan trabajar en condiciones seguras y legales. El proyecto de reestructuración del club data de aproximadamente 2014, y desde febrero de este año hemos presentado toda la documentación necesaria, incluyendo el relevamiento de planos eléctricos, arquitectónicos, de bomberos y sanitarios al municipio. Contamos con 729 socios".
"Además, el club ha firmado un convenio con la Federación Mendocina de Tenis para que nuestras instalaciones sean la sede de la federación, con canchas propias y un espacio para la formación de alto rendimiento en el deporte. También hemos establecido un convenio con el Liceo Agrícola para crear una sede en sus instalaciones, lo que nos permitirá ofrecer más servicios tanto a los socios del club como a los alumnos de la institución", detalló Gabriel Bueno como parte de su gestión.
Volantazo en el club
Gabriel contó detalles de su plan para transformar el panorama del Jockey: "Hemos recuperado la administración de la pileta, que estaba concesionada. Esto es muy importante para el club, ya que la concesión de espacios es una práctica común en los clubes que suelen enfrentar dificultades. Nosotros, como comisión, decidimos ponernos a trabajar en la gestión directa de los espacios del club. Con esfuerzo y la contratación de las personas adecuadas para cada puesto, estamos haciendo que el día a día sea más llevadero".
"Depender de los ingresos de la Escuela de Verano para subsistir. durante el año es poner al club en una situación de vida o muerte. Con una cuota actual de 16.000 pesos se ha identificado la necesidad de conocer los costos reales y mejorar la gestión financiera. Es fundamental que los clubes funcionen como "pequeñas empresas" para asegurar su viabilidad a largo plazo. Recibimos un subsidio de 20.000 pesos del estado provincial y otro de 56.000 pesos del estadio nacional para la boleta eléctrica, lo que hace que tengamos que plantearnos nuestra política de gestión", argumentó Bueno.
Actividades para el socio
El socio del club tiene acceso a una amplia variedad de actividades: "Futsal es la principal actividad que atrajo a muchos al club. También disponemos de siete canchas de tenis, y aunque el pádel está concesionado, ofrecemos precios diferenciados para nuestros socios. Además, los socios pueden utilizar los camarines y churrasqueras, así como los espacios comunes que estaban en desuso. Estamos tratando de negociar el tema del gimnasio, ya que anteriormente estaba concesionado y eso implicaba costos adicionales. Poco a poco, estamos trabajando para encontrar un equilibrio, ya que hay personas que han invertido en el club y queremos ayudarles a mantener sus negocios, sumándolos a un proyecto común que beneficie a todos."
"El cambio que estamos implementando es significativo y esperamos que sea permanente. Queremos que el club administre todas sus actividades. Algunas de ellas, como un gimnasio, requieren una inversión considerable en maquinaria y equipamiento. Para esto, necesitamos atraer a personas interesadas en invertir, como las que tenemos ahora, que ofrecen un excelente servicio. Lo esencial es que podamos proporcionar estos servicios a nuestros socios a un precio razonable, ya que no tiene sentido estar incurriendo en costos innecesarios", detalló el presidente del Jockey.
De socio a presidente
Gabriel Bueno expresó sus inicios en el club y cómo se fue involucrando: "Llegué al club en 2018, inicialmente con un profesor de tenis. No conocía la historia del lugar, pero sí viví la realidad de tener siete canchas de tenis en mal estado, que logramos recuperar. Con el tiempo, he ido analizando cómo los clubes pueden ser rentables. Cuando hablo de rentabilidad, me refiero a generar un excedente que permita realizar modificaciones, obras o mantenimiento, especialmente en un contexto donde hay concesiones. Un profesor con el que llegué al club me comentó que muchas comisiones eligen la opción más fácil: entregar espacios en concesión y no administrarlos. Quiero recordar esa frase, porque lo que realmente necesitábamos era que el club gestionara sus propias instalaciones", expresó.
Cambio de panorama
En el cierre de la nota, Gabriel Bueno dejó una interesante reflexión sobre el rol de los clubes de barrio: "Algunos clubes se han quedado atrás en el tiempo. Hoy, la gente busca otro tipo de actividades y servicios que antes ofrecían, pero que ahora ya no están disponibles. Siento que la gente quiere ir a los clubes, pero estos no están a la altura de las expectativas del consumidor. Debemos adaptarnos a esta realidad, ya que, de lo contrario, corremos el riesgo de caer en un sistema de economía consumista, donde la gente solo pague por clases y se retire, sin generar un verdadero sentido de comunidad." concluyó.
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