La estrategia del general San Martín, de tomar al ejército realista por sorpresa desde la montaña, está considerada una de las hazañas militares más importantes del mundo.
Un 17 de enero de hace 207 años comenzaba el Cruce de Los Andes
Hoy conmemoramos un capítulo fundamental en la gesta independentista de América del Sur: el Cruce de los Andes liderado por el general José de San Martín. Hace exactamente 207 años, el 17 de enero de 1817, un contingente militar argentino-chileno inició un viaje épico desde Mendoza a través de los imponentes picos de los Andes, un hito que cambiaría el curso de la historia regional.
En el contexto de la lucha por la independencia de las colonias sudamericanas del dominio español, San Martín ideó una audaz estrategia para liberar Chile del control realista. Aprovechando la compleja geografía andina, decidió llevar a cabo un sorprendente cruce de estas montañas, considerado uno de los logros militares más destacados de la historia.
El Cruce de los Andes comenzó en Mendoza, donde San Martín reunió un ejército heterogéneo compuesto por soldados argentinos, chilenos y algunos contingentes extranjeros. La expedición estaba compuesta por aproximadamente 5000 hombres, entre los que se encontraban soldados, oficiales, milicianos y expertos en la supervivencia en la montaña.
El objetivo era claro: sorprender al ejército realista en Chile y cambiar el curso de la guerra. La empresa implicaba enfrentarse a condiciones climáticas adversas, terrenos peligrosos y la escasez de recursos. La planificación meticulosa de San Martín, junto con la valentía y determinación de sus tropas, permitieron superar los desafíos y llevar a cabo una de las hazañas más asombrosas de la historia militar.
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Mendoza, el epicentro de la campaña libertadora
San Martín había asumido como gobernador de Cuyo en 1814. Poco tiempo después llegaron a Mendoza los patriotas chilenos derrotados en Rancagua por las fuerzas del virrey del Perú. A una ciudad de 10.000 habitantes llegan 3.000 emigrados. Entre ellos Bernardo de O'Higgins con quien San Martín simpatiza inmediatamente.
Para llevar adelante su plan, San Martín necesitaba que se declarara la Independencia, ya que no era lo mismo atacar como el Ejército de una Nación que como un grupo de sediciosos. A mediados de 1815 se realizó la elección de los diputados que debían concurrir al Congreso General convocado en la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza van en representación de Mendoza, de acuerdo al resultado de las elecciones y la influencia de San Martín.
El Campo Histórico de El Plumerillo es donde se instaló el campamento de adiestramiento y preparación del Ejército de los Andes
A fines de julio de 1816 llegó la circular de Narciso Laprida, presidente del Soberano Congreso de Tucumán, notificando la declaración de la Independencia, lo que marcó la hora de San Martín y el Ejército de los Andes. Es por ello que el general solicita el relevo de su cargo de gobernador y es nombrado como su sucesor al frente del Gobierno de Cuyo: el general don Toribio de Luzuriaga, un eficaz colaborador de la empresa sanmartiniana, quien asume el cargo el 24 de setiembre de 1816 y en 1820 culmina su gobierno.
El cruce de la cordillera comenzó en enero de 1817. El 17 de enero partieron las columnas lideradas por San Martín desde El Plumerillo: una fue por el paso de Los Patos, y la otra por Uspallata. Los soldados, mal equipados y con recursos limitados, demostraron una resistencia impresionante. Después de semanas de penurias, lograron atravesar los Andes y llegar a Chile en febrero del mismo año.
La estrategia exitosa
La táctica de San Martín de sorprender al ejército realista fue un éxito. La Batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, resultó en una victoria crucial para las fuerzas independentistas, allanando el camino hacia la liberación de Chile.
El Cruce de los Andes no solo fue una hazaña militar estratégica, sino también un símbolo de la determinación y el espíritu de sacrificio de aquellos que lucharon por la independencia de América del Sur. La gesta de San Martín sigue siendo recordada como un hito en la construcción de naciones libres y soberanas en la región.
Hoy, a 207 años de aquel trascendental viaje, rendimos homenaje a la valentía de aquellos hombres que desafiaron las adversidades de la naturaleza para forjar un futuro de libertad e independencia. El Cruce de los Andes permanece como un testimonio eterno de la capacidad humana para superar desafíos aparentemente insuperables en la búsqueda de la libertad y la justicia.
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