La directora médico asistencial de la Fundación, Gabriela Sabio, señaló que la pobreza no es solo monetaria.

Desde Conin afirmaron que "no sorprende el número de pobres"

INFLACIÓN

Tener techo, luz, gas y agua es lo más caro en Mendoza

Editó: Ana Montes de OcaSábado28 Sep 2024

El último dato del Indec, que reflejó que más del 50% de la población en Argentina está por debajo de la línea de pobreza, no es sorpresivo para quienes a diario trabajan con los más vulnerables. En diálogo con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, 100.1 de San Martín y FM del Condado 96.9 de Luján, la directora médico asistencial de Conin Mendoza, Gabriela Sabio, analizó la grave situación de malnutrición infantil que enfrentan en todo el país.

"No nos sorprenden los números, es el lugar en donde trabajamos y vemos de cerca la realidad en la que se encuentran nuestros niños. Ya sabíamos que el 60% de los menores de 14 años estaban en situación de pobreza. Estamos hablando de unos 6 millones de niños en Argentina que viven bajo estas condiciones", relató Sabio, subrayando la magnitud de la crisis.

Desde Conin, una fundación dedicada a combatir la desnutrición infantil en Argentina, la realidad es ineludible. Según Sabio, el 60% de los niños menores de cinco años sufre de malnutrición en las zonas más vulnerables del país. "Estamos ante una situación compleja. La pobreza no solo se mide por ingresos, sino también por la falta de acceso a educación, redes de contención, vivienda y servicios básicos. Estos son factores determinantes que afectan el desarrollo de los niños en los primeros 1000 días de vida, una ventana única de oportunidad para garantizar su crecimiento saludable", explicó la médica.

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"Analizamos si están comiendo los alimentos esenciales que aportan los nutrientes necesarios para un buen crecimiento. Vemos que muchos no pueden acceder a estos alimentos, y en su lugar consumen otros de menor valor nutricional, altos en grasas y bajos en nutrientes", advirtió Sabio.

La inseguridad alimentaria en Argentina tiene dos caras, según Sabio. Por un lado, la falta de acceso a alimentos adecuados lleva a la desnutrición crónica, que afecta de manera persistente a miles de niños en el país. Por otro lado, cuando los alimentos que se consumen son de baja calidad nutricional, con altos contenidos de grasas, sal y calorías, se dispara el sobrepeso y la obesidad, problemas que están en aumento, incluso en edades muy tempranas.

"Cuando no se puede acceder a alimentos nutritivos, lo que ocurre es un déficit de micronutrientes, como vitaminas y minerales, lo que llamamos desnutrición oculta. Este es un problema que pasa desapercibido, pero tiene graves consecuencias en el desarrollo físico y cognitivo de los niños", agregó la directora de Conin.

En cuanto a las políticas implementadas para combatir esta situación, Sabio señaló la importancia de los programas de asistencia social como la Asignación Universal por Hijo, la Tarjeta Alimentar y el Plan Progresar, que buscan brindar ayuda económica a las familias más necesitadas. Sin embargo, advirtió que la inflación y el aumento del costo de los alimentos y servicios han reducido la capacidad de estas ayudas para garantizar una alimentación adecuada.

"Estas políticas son importantes porque permiten a las familias adquirir bienes básicos, pero la realidad es que el aumento de precios ha mermado su efectividad. Hoy en día, el dinero disponible para la compra de alimentos no alcanza para cubrir las necesidades básicas", señaló Sabio, remarcando que la crisis económica agrava aún más la situación.

Además de la ayuda económica, Sabio destacó la importancia de trabajar en la educación nutricional en todas las etapas de la vida. "Es fundamental que no solo se brinden recursos, sino que también se eduque a las madres y familias sobre la importancia de una alimentación sana y equilibrada. Desde el embarazo hasta los primeros años de vida, acciones como la lactancia materna son cruciales para garantizar el desarrollo adecuado de los niños", concluyó.