La idea de cerrar los fines de semana y reabrir con controles durante los días laborables toma fuerza en el gobierno mientras espera vacunar a 5 millones de argentinos por mes.
¿Habrá confinamientos intermitentes?
La idea del Gobierno de aplicar cuarentenas intermitentes para contener los contagios de Covid toma más fuerza.
El último decreto comprende tres fines de semana de confinamiento, una semana de cuarentena dura y una segunda semana de restricciones iguales a las que estaban vigentes hasta el último viernes. Son tres escenarios diferentes comprendidos en un solo DNU.
Según publicó hoy Infobae, la idea de cerrar los fines de semana y abrir en la semana da vueltas por el interior del Gobierno, pero aún no está definida.
Ese sistema le permitiría al Presidente lograr un cierto equilibrio en la circulación, mientras avanza en el proceso de vacunación, pero se esperan los resultados que arroje la Fase1 impuesta hasta el 30 de mayo inclusive.
Por el momento el Presidente está conforme con el cumplimiento de las medidas. La circulación habría bajado exponencialmente durante los últimos tres días y los controles se multiplicaron en todo el país.
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Según ese medio, antes de que Alberto Fernández tomara la decisión de volver a Fase 1 durante 9 días, dos epidemiólogos que integran el grupo de los expertos que asesoran al Gobierno le plantearon la necesidad de aplicar una cuarentena estricta durante 21 días seguidos, pero el Presidente desestimó esa posibilidad tomando en cuenta que la economía argentina, tal como dijo el ministro Martín Guzmán, no aguanta un cierre severo extendido en el tiempo.
Por el momento, en Casa Rosada aseguran que el confinamiento no se extenderá más de lo anunciado, a pesar de los rumores que surgieron durante el fin de semana.
"No hay ningún dato concreto que en la actualidad nos permita evaluar esa posibilidad", le aseguró a Infobae un funcionario con despacho en la Casa de Gobierno. Están en una etapa de contemplación.
En la Casa Rosada siguen también siguen muy de cerca el aumento de la ocupación de las terapias intensivas. Las restricciones impuestas el último jueves fueron para evitar un colapso sanitario. En los últimos siete días el promedio de casos diarios de COVID-19 subió un 33 % en el interior del país.
En el mismo período en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires subieron un 10% y un 19%, respectivamente. Esa foto dramática fue la que empujó a Fernández a tomar la decisión de aplicar las restricciones.
En paralelo, en el Gobierno miran con mucho entusiasmo el mes de junio. Según la información que tienen respecto a la llegada de vacunas, podrían contar con una gran cantidad de dosis - que superen los 5 millones mensuales - y dar un salto importante en el operativo de vacunación.
El objetivo más próximo es poder tener a todos los grupos de riesgo vacunados, con una sola dosis, antes del 21 de junio, día en que comienza el invierno. Son 14.492.299 personas. Según el Monitor Público de Vacunación, hasta este lunes había 8.786.600 personas vacunadas con una sola dosis. En la Casa Rosada sostienen que un promedio aceptable sería vacunar a 5 millones de personas por mes.
Entre el domingo y el lunes el Gobierno logró concretar la llegada de 1.657.565 vacunas. Nunca, desde que comenzó el plan de vacunación, había podido traer al país tantas dosis en tan poco tiempo. El hecho político y sanitario generó una gran expectativa en el Gobierno. La única forma de terminar con el virus son las vacunas. Si tienen dosis, podrán reducir la circulación del coronavirus.
Llegaron 204.000 dosis de AstraZeneca que son repartidas a través del mecanismo Covax; 843.600 de AstraZeneca que forman parte del contrato entre Argentina y el laboratorio por 22.400.000 de dosis; y 609.965 dosis del componente 1 de la Sputnik V. Mañana llegará un nuevo vuelo con más dosis de la vacuna rusa, aunque aún no está confirmado qué cantidad traerá.
Hasta el momento Argentina recibió 14.355.710 dosis. De ese total, 6.585.550 son Sputnik V componente 1; 1.060.160 Sputnik V componente 2; 4.000.000 de Sinopharm; 580.000 de AstraZeneca Covishield; 1.286.400 de AstraZeneca distribuidas por el Fondo Covax; y 843.600 de AstraZeneca-Oxford, provenientes de Estados Unidos.
Para junio el Gobierno espera contar con un promedio de entrega de AstraZeneca que ronde los 4 millones de dosis, sumados a los vuelos desde Rusia y la primera entrega de las vacunas producidas por el laboratorio Richmond. En la Casa Rosada esperan contar con cerca de dos millones de dosis de Sputnik V fabricadas por el laboratorio argentino. Además, se iniciaron las tratativas con China para comprar más vacunas Sinopharm y empezar a concretar envíos el próximo mes.
Con las medidas restrictivas el Gobierno no solo logra darle aire al sistema de salud, sino que también gana tiempo para que las vacunas empiecen a llegar. Buscan el equilibrio necesario para lograr que no se saturen los hospitales pero, al mismo tiempo, la actividad económica no traspase el subsuelo de la Argentina.
Fuente: Infobae
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