Es uno de los parámetros vitales más importantes. Cómo detectarlo sin la necesidad de utilizar aparatos médicos.
Cómo tomarte el pulso y cuáles son los valores normales
Para cuidar nuestra salud y acercar información a nuestro médico, es clave aprender a controlar los parámetros vitales. Uno de ellos, de gran importancia, es el pulso arterial. Se trata de ese golpe que sentimos cuando vamos a palpar una arteria en el organismo. Puede ser cualquier arteria: radial, braquial, carotídea, en el pliegue de la ingle o en la punta del pie.
En términos más científicos, el pulso arterial es una manifestación directa de la expansión que se genera en esa arteria por el bombeo cardíaco.
El cardiólogo Mario Boskis, coordinador de los consejos científicos de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), explicó a Clarín cuál es la mejor forma de medir el pulso.
Cómo tomar el pulso arterial
Para tomar el pulso se necesita, únicamente, un cronómetro o reloj y dos dedos. Se realiza de la siguiente manera. En primer lugar, buscar el "golpecito". El pulso en reposo, por lo general, se toma en la muñeca, porque la arteria radial es de muy fácil localización y acceso. Está en el borde externo del antebrazo.
Cualquier persona puede tomarse el pulso sin mayores complicaciones.
Sobre esa arteria, colocamos dos dedos: el índice y el mayor. No conviene usar el pulgar, porque tiene pulso propio y nos puede complicar. Luego, sentir el pulso de esta arteria. Tenemos que buscar la onda o el "golpecito".
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Luego, calcular el tiempo. El segundo paso es mirar el reloj o el cronómetro (la mayoría de los celulares tienen esta función) durante 15 segundos. En ese tiempo, contar cuántos golpecitos tenemos. "Lo que le digo muchas veces a los pacientes es : 'contá en voz alta'. Entonces, voy a decir: 'uno, dos, tres, cuatro...' Mientras, voy mirando el segundero. Cuando dice 15 segundos, veo a qué número llegué", sugiere Boskis.
Las enfermedades cardiovasculares provocan unas 1,9 millones de muertes al año, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En tercer lugar, sacar la cuenta. Es el último paso. Por ejemplo, si llegué a contar 20 golpecitos, los multiplico por 4 y me va a dar la frecuencia cardíaca por minuto. En este caso, sería 80. En reposo, los valores óptimos del pulso arterial oscilan entre 60 y 100 latidos por minuto. Por debajo de 60 se llama bradicardia. Por arriba de 100 consiste en una taquicardia.
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