Este es el protocolo y la documentación específica que avalan la certificación de una traducción.
¿Cómo se ratifica una traducción certificada?
Existe cierto protocolo y una documentación específica que avala la certificación de una traducción. Las normas pueden variar de país de país, pero existen ciertos parámetros que aplican de forma general.
El objetivo de estos indicadores es dejar constancia de que se cumplió con todas las normas para oficializar una traducción, de manera que el cliente pueda estar tranquilo con su documento y las autoridades gubernamentales sepan quién fue el encargado de la traducción, dónde se realizó y otros detalles técnicos que necesiten según el caso.
¿Cuál es la documentación incluida?
Las calificaciones del profesional que tradujo suelen estar anexas a la traducción oficial, con el fin de conocer la formación profesional que tuvo, además de revisar si tenía las credenciales apropiadas para hacer el trabajo que haya realizado.
Así como se mencionó que las reglas cambian dependiendo de las naciones, el perfil del traductor puede incluir más o menos detalles según el lugar donde se haga el trámite. Seguidamente se incluye una declaración reafirmando el contenido de la traducción, es decir, aseverando que se tradujo de forma precisa e íntegra. Vale decir que ciertas excepciones impiden que un documento se traduzca al 100%, como cuando contiene textos o imágenes en un lenguaje adicional al resto de la traducción. Los traductores deben estar atentos a todas las consideraciones que deben seguir cuando realizan su trabajo. Es por ello que al momento de encargar una traducción certificada, es importante cerciorarse de que se cuenta con una empresa de calidad y renombre.
Por otra parte, el documento debe tener todos los documentos que facilitan su posterior consulta en carpetas, como la fecha de realización, el nombre del traductor, la firma, etc. Aparte de despejar cualquier tipo de dudas que pueda surgir, esto ayuda a que si en un futuro se busca la traducción, sea posible hacer la búsqueda con sistemas que categoricen los archivos por fecha, nombre, entre otros datos.
Consideraciones especiales
En algunos casos se deben respetar lineamientos adicionales, según los requerimientos de la empresa o persona que vaya a recibir la traducción. Por ejemplo: existe la posibilidad de que una compañía no acepte traducciones cuando el traductor y el cliente se apellidan igual, ya que se podría pensar que están relacionados como familia y el contenido de la traducción se adaptó según los intereses del cliente.
No necesariamente es así, pero es una de tantas consideraciones extras que podrían presentarse. De la misma manera, también puede pasar que exijan cierto color de tinta al firmar las traducciones (por lo general se usa el color negro).
En resumidas cuentas, es responsabilidad del traductor informarse de todos los requisitos solicitados y tomar medidas con tiempo para que la traducción sea aprobada. La persona que solicita la traducción no tiene porqué ocuparse de ello, aunque eso no impida que comunique cualquier dato que le pueda ser útil al profesional. Son contadas las situaciones en las que un cliente le da recomendaciones a los traductores, debido a que suelen ser los profesionales quienes asesoran de forma completa a los clientes.