La crisis afecta al Comedor Los Horneritos, que atiende a cada vez más gente. Este lunes por la noche tuvieron que dejar de aceptar personas porque les faltan recursos.
Un comedor lasherino atendió a 1.600 personas y pide ayuda para no cerrar
La crisis económica que atraviesa el país golpea fuertemente el bolsillo de todos los argentinos, afectando aún más a los sectores sociales más desfavorecidos. La inflación creciente y los aumentos de los costos de vida están generando cada vez más cantidad de personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas.
Esta situación golpea muy fuerte en los barrios carenciados, donde los comedores comunitarios hacen lo que pueden para poder ayudar a la gran cantidad de gente que se acerca para poder recibir un plato de comida. Tal es el caso del Comedor Los Horneritos, ubicado en el Algarrobal, que no da abasto a la demanda creciente de comida y, debido a la falta de donaciones, podría cerrar sus puertas.
Esta mañana, en el programa Te Digo Lo Que Pienso, conducido por Ricardo Montacuto, habló la responsable de esta institución solidaria, Gabriela Carmona, quien contó la historia del lugar y la dramática situación que viven todas las semanas para intentar darle de comer a cada vez más personas.
Ver también: La internación en el Notti está casi a pleno por el aumento de casos respiratorios
El comedor llegó a tener 1.600 personas este lunes por la noche.
Gabriela comentó que comenzaron a operar a principios de la pandemia, en marzo de 2020, para ayudar a las personas que no podían trabajar. En ese momento, asistían a 30 personas.
"Yo trabajaba en gastronomía, en un café. Mis compañeros y yo fuimos los primeros en perder el trabajo. Cuando comenzó Horneritos fue para ayudar a la gente que no tenía trabajo y aisladas por covid. La misión era esa, y la idea era cerrar el comedor cuando terminara la pandemia. Desgraciadamente, con el tiempo empezó a llegar más gente que neceitaba ayuda. Hasta hace dos meses, la realidad era otra. Ahora, personas que sí tienen trabajo están viniendo, porque no les alcanza. Para ellos, venir estas dos veces que damos nosotros, era un pequeño ahorro para poder darle de comer a los nenes. Ahora hay familias que con dos sueldos, no les alcanza", contó Carmona.
Hoy, el Comedor y Merendero Los Horneritos depende de toda la ayuda posible para subsistir y tratar de cumplir con la creciente cantidad de personas que se acercan al Comedor. "Nosotros siempre hemos dependido de donaciones de la gente. Pero particularmente, algo que quiero destacar, es que hemos recibido mucha ayuda del Banco de Alimentos, pero ellos tienen muchas instituciones a las que ayudar, no sólo Horneritos y no pueden ocuparse solamente de una institución. Agradezco muchísimo lo que nos aportan, porque es un montón, pero nos cuesta cada día más", explicó.
Desde ese comienzo, donde atendían a 30 personas, progresivamente fue aumentando la cantidad de gente que se acercaba para recibir un plato de comida, hasta un extremo incontrolable, como el que ocurrió este lunes. "Cuando más hemos ayudado, por ejemplo, anoche tuvimos una cantidad de aproximadamente 1600 personas. Niños, grandes, abuelos, embarazadas. Particularmente, nuestra prioridad son niños y abuelos, son nuestra prioridad absoluta", comentó Gabriela.
Largas filas de personas se agolpan para recibir una ración de comida.
"Nosotros dábamos dos veces por semana, martes y jueves. Pero debido a la falta de insumos y donaciones, y por la exagerada cantidad de personas que asisten al comedor, nosotros anoche, tuvimos que tomar la decisión de no seguir atendiendo porque nos es imposible, porque es mucha cantidad de gente", señaló Carmona.
Esta situación se ha agravado en las últimas semanas, donde se ha notado mucho el aumento de personas que acuden al comedor. "Aproximadamente ya llevo como 3 semanas con alta demanda. La semana pasada tuvimos 1400 personas aproximadamente. La gente viene a hacer cola, hasta 2 horas antes vienen a esperar. La gente se trae su táper y se llevan la comida para comer en su casa", comentó.
Gabriela Carmona es una mujer casada, que tiene cuatro hijos, es ama de casa luego de haber perdido su trabajo y dedica cada hora que tiene libre en cocinar para la gente que menos tiene y acude a Los Horneritos. Cuenta con ayuda de otras 15 personas, voluntarias, que llegan al Algarrobal desde otros puntos de la provincia a colaborar con ella y con la gente necesitada. Como si fuera poco, Gabriela también se hace el tiempo para colaborar con causas solidarias, como la última, en la que vendió pastas caseras para ayudar a Efra, un niño con parálisis cerebral.
"Yo siempre digo que los milagros existen, si bien hemos tomado esta decisión, pero no la hemos tomado al azar, nos encanta hacerlo", comenta, resginada y aclara que no tiene ayuda ni de la provincia, ni del municipio.
"A la provincia nosotros hemos ido, lo que da la provincia son módulos alimentarios. Que traen 11 o 12 productos. Esos módulos hay que entregárselos a las familias. Nosotros recibíamos 250 módulos por mes, que los hemos recibido dos veces nomás. Lo que nos daba el Gobierno no nos servía para cocinar nosotros, si no que había que dárselo a la gente", contó.
"De parte de Las Heras no tengo ayuda. No voy a mentir. La última vez que fuimos a hacer un retiro, porque ellos ayudan a los merenderos. La última vez que recibimos ayuda nos dieron 4 kilos de harina, 4 kilos de azucar, 3 botellas de aceite, cuatro dulces, cuatro yerbitas, de 25 y cuatro cajitas de té. Eso recibimos desde el municipio de Las Heras, señaló Carmona".
Cerca de 16 voluntarios cocinan en Los Horneritos.
"Le escapo muchísimo a la política. Somos un comedor independiente. Cada persona que viene es un "hornerito", decimos nosotros. Cada paquete de fideos que recibimos, sabemos que son 6 raciones".
Te puede interesar: Iglesias culpó a Florentino Paco y a un candidato por los cortes en Guaymallén
Los que hacen posible el funcionamiento de Los Horneritos, piden a la población de la provincia ayuda para poder seguir alimentando a tanta gente. Este martes, un hombre anónimo realizó una gran donación para poder cocinar y brindar un plato de comida por la noche. "Hoy día vino un señor que no me quiso decir el nombre, vino en una camioneta y trajo verduras. Nos preguntó en qué cocinábamos, qué es lo que hacíamos, le contamos, nos dijo lo que necesitábamos, que es un montón. Calculá que son cinco ollas de 100 kilos cada una. Le dijimos lo que necesitábamos, trajo bastante verdura y se fue. A la media hora llegó de nuevo, con pollo y más verdura para que podamos darle una comida a la gente esta noche", mencionó agradecida Carmona.
Postal del lunes por la noche en el comedor.
Para los interesados en colaborar con Los Horneritos, las donaciones pueden ser acercadas a las calles Cisternas y Horneros, del barrio Portal del Agarrobal, manzana B, casa 1. El teléfono de contacto con Gabriela Carmona y el comedor es 2613136783. Además, en su perfil de Instagram (@comedorymerendero_hornerito), se pueden encontrar fotos y videos de lo que hacen regularmente.
"Mucha gente que nos escucha y nos conoce, sabe nuestro trabajo. Creo que no hemos hecho mal las cosas. Le hemos puesto mucho empuje en estos tres años, hicimos muchísimas cosas y creo que no merecemos este final", comentó Carmona y agregó que "Cuesta mucho. Yo sé que los milagros existen. Siempre que hay una tormenta, sale el sol. Pero es una tormenta que no esperábamos. Hay mucha gente que no nos conoce, y capaz alguien que nos quiera conocer, nos pueda ayudar y hacer que ese milagro exista".
Esta nota habla de:
