El doctor Conrado Estol, especialista en la materia, resumió las claves que hay que conocer para cuidar la salud cardíaca.
Mitos y verdades del colesterol alto
La presencia de placas de colesterol en las arterias aumenta el riesgo de sufrir un infarto cardíaco o un accidente cerebrovascular (ACV). Para llegar a esto, múltiples factores influyen: mala alimentación, sobrepeso, estrés, alteraciones de sueño, falta de ejercicio y consumo de alcohol.
De todas formas, no todo se relaciona con lo que la persona haga o deje de hacer, ya que otro factor importante en este sentido es el genético. Incluso personas jóvenes y con pocos o nulos factores de riesgo pueden presentar aterosclerosis (acumulación de placa en las paredes de las arterias) si están predispuestas genéticamente. Y también funciona a la inversa: personas con malos hábitos pueden "zafar" si tienen un perfil genético favorable.
Así lo resumió el médico neurólogo Conrado Estol en una nota escrita para La Nación. El especialista también puntualizó respecto de otras claves que hay que tener en cuenta para cuidar este aspecto de la salud que provoca tantas muertes.
Colesterol bueno y malo
Existe una asociación entre el llamado colesterol LDL -malo- y la ocurrencia de enfermedad vascular. Por otro lado, el HDL -colesterol bueno- protege contra la enfermedad vascular porque transporta el colesterol para sacarlo del cuerpo.
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El ejercicio, la nutrición sana y varios medicamentos disminuyen el colesterol malo. El colesterol bueno aumenta muy levemente con ejercicio y nutrición adecuada y aún no existe una medicación que lo incremente.
Qué debo comer y qué evitar
La dieta ideal debe estar compuesta por alimentos no industrializados y basada fundamentalmente en frutas, verduras y legumbres. A esto se puede agregar algo de lácteos y carnes blancas -pescado, fundamentalmente la caballa, arenque, trucha, salmón y atún- y una cantidad limitada de otras carnes.
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El pescado grasoso tiene altas concentraciones de omega-3, que reducen los triglicéridos, la presión arterial y el riesgo de un problema cardíaco.
Es recomendable que una persona sana no consuma más de un huevo por día. Una yema de huevo concentra 190 mg de colesterol, que es casi toda la cuota de colesterol diario aceptable (300 mg/día). Sin embargo, más importante que el alto contenido de colesterol es que el huevo -y la carne vacuna- también contienen trimetilamina, que en el cuerpo se transforma en un potente estimulador de la aterosclerosis, resumió Estol.