Padres y docentes de Tunuyán "compartieron" el UPD con los estudiantes

Para este Último Primer Día en Tunuyán, el Colegio Niño Jesús apostó por el acompañamiento y la prevención de sus estudiantes. El testimonio del director.

Padres y docentes de Tunuyán "compartieron" el UPD con los estudiantes

Editó: Juan Manuel Lucero

El Último Primer Día (UPD) se ha consolidado como una tradición en las escuelas secundarias de Mendoza, y aunque en sus inicios generó controversia por los excesos de algunos estudiantes, hay instituciones que han optado por abordar esta celebración desde un enfoque de contención y prevención.

Tal es el caso del Colegio Niño Jesús, en Tunuyán, donde el equipo directivo, docentes y padres se unieron para acompañar a los jóvenes en esta jornada especial.

En diálogo con Julián Chabert y su equipo en el programa Podría ser peor, que se emite por Radio Post (FM 92.1 en el Gran Mendoza, 96.9 en Luján de Cuyo, 100.1 en San Martín y 96.7 en La Paz), Mauro Berdugo, director del nivel secundario del colegio, explicó cómo la institución ha decidido involucrarse en el UPD para convertirlo en un espacio de celebración segura.

"Es una práctica cultural que se viene instalando hace tiempo. Desde la Dirección General de Escuelas se planteó la idea de acompañar en lugar de prohibir. Así empezamos a abrir las puertas, ofrecer desayuno y generar un entorno de cuidado", relató Berdugo.

El colegio Niño Jesús de Tunuyán.

La estrategia implementada por la escuela incluye reuniones previas con padres y estudiantes, advertencias sobre las normativas vigentes y la activación de protocolos en caso de emergencias.

"No se trata solo de festejar, sino también de poner límites claros. Queremos que los chicos estén contenidos y sepan que hay adultos atentos a su bienestar", agregó el director.

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Una de las particularidades del evento fue la participación activa de las familias. Padres y madres pasaron la noche afuera de la escuela en modo de vigilia, acompañando discretamente la celebración y asegurando que los estudiantes contaran con un adulto de referencia en caso de necesitarlo.

Según el testimonio del directivo, esta cercanía fortaleció el vínculo entre la comunidad educativa y las familias, logrando que el UPD no solo sea un hito para los estudiantes, sino también para sus padres.

Berdugo también abordó otras problemáticas que atraviesan a los adolescentes en las escuelas, como el consumo de alcohol y sustancias, las apuestas en línea y el uso problemático del celular. Si bien en el colegio no han tenido que activar protocolos por consumo de drogas dentro de la institución, sí trabajaron en la prevención de juegos de apuestas ilegales y la regulación del uso del celular en el aula.

Los directivos ven con preocupación el avance de las apuestas online.

  "El celular es una herramienta educativa poderosa si se usa bien, pero también puede ser fuente de distracción o de riesgos. Por eso, establecimos criterios claros para su uso y promovemos el diálogo constante con los estudiantes", señaló.  

El balance de este UPD fue positivo: no hubo incidentes graves y los estudiantes pudieron disfrutar su último primer día acompañados y cuidados. "La clave está en no demonizar la celebración, sino en entenderla y acompañar desde el rol adulto. Eso marca la diferencia", concluyó Berdugo. 

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