Los "robacobre" ya produjeron una pérdida de $155 millones en el Este

La cooperativa eléctrica de San Martín denunció daños en la red eléctrica y el robo de un transformador. En un año y medio destruyeron 47 equipos para quedarse con las bobinas de cobre. El saqueo afecta a la economía rural.

Los "robacobre" ya produjeron una pérdida de $155 millones en el Este

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

"La situación es insostenible, tanto para la cooperativa y su red de distribución de baja y media tensión, como para los miles de usuarios y usuarias que dependen del normal suministro de energía eléctrica; ya que prácticamente no hay reservas de reposición pronta".  

La inseguridad es un flagelo enquistado en todos los compartimientos de la sociedad de Mendoza. En ese universo hay casos que terminan siendo más llamativos en las crónicas rojas por los niveles de violencia, pero hay conductas delictivas que por su frecuencia y su baja incidencia penal terminan siendo una especie de plaga que carcome la economía y el ánimo de las víctimas. El daño es más severo a lo largo del tiempo.

Eso está ocurriendo con la economía regional de la zona Este donde la inseguridad rural  es una calamidad no resuelta. En las últimas horas, otra vez relucieron los hurtos de bobinas de cobre de transformadores eléctricos que pertenecen a la Cooperativa Eléctrica Alto Verde y Algarrobo Grande que distribuye energía entre fincas y usuarios domiciliarios de la región.

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La empresa distribuidora envió un mensaje de alerta por la pérdida que produce este vandalismo ejecutado de modo tosco, destructivo, y que en términos de dinero son más cuantiosas las perdidas que la ganancia obtenida por los ladrones de esos saqueos sistemáticos. 

Es decir, el costo del daño es caro. Un equipo nuevo tiene un valor de 3,5 millones de pesos. Eso cuesta reponer un transformador  que despanzurran para sacarle una bobina de cobre. En tanto quien "faena" el aparato tan costoso, obtiene en el mercado negro del cobre entre 80 mil a 100 mil pesos por los 300 kilos de metal que porta cada transformador. 

Detalle de la columna de hormigón armado de 11 metros derribada y los restos del transformador, junto a los viñedos.

Esta ecuación prueba que este tipo de delitos producen un daño económico directo a la entidad distribuidora de energía,  pero también genera pérdidas no siempre cuantificadas y serios inconvenientes en la actividad agraria porque se interrumpe la provisión de agua que depende de las bombas eléctricas que extraen el líquido para el riego de las napas subterráneas. 

El promedio de robos de este equipamiento, es de 3 a 5 hurtos por mes, lo que equivale a pérdidas en costos de aproximadamente 20 millones, de acuerdo a los cálculos de los técnicos de la cooperativa eléctrica de San Martín. El presidente de la empresa de la economía social cooperativa, José Álvarez advierte que han comenzado a demorarse la reconexión energética por la falta de equipamiento disponible.

Una imagen diurna de lo que dejaron los saqueadores. Es notable como "talan" la columna de concreto que sostiene el transformador.

Esto hace que los cortes sean más prolongados y los usuarios sean los más perjudicados y la cooperativa, porque baja la calidad del servicio y no solo tiene el costo de reposición de los elementos saqueados sino que tiene que enfrentar las sanciones económicas que impone el EPRE, el ente regulador provincial por la caída del servicio.    

El último

Minutos antes de finalizar el miércoles 5, se estima se produjo el último robo de un transformador y parte del tendido eléctrico que representa 8 millones de pesos de pérdida. 

La red de distribución afectada y dañada es de baja y media tensión y el transformador destruido de "color gris claro" es de una potencia 80 KVA. Fue en la calle Larrazábal y el Carril Chimbas del departamento del este mendocino. 

Así quedó el transformador "faenado" para extraerle la bobina de cobre que pesa unos 300 kilos.

De acuerdo con el relato oficial, los delincuentes cortaron la alimentación del transformador de media tensión desde la red de distribución. Luego, y quizá el aspecto que alarmó a los damnifricados es que rompieron la base de la columna de hormigón armado de 11 metros de altura, provocando la caída del la columna y la plataforma donde se apoya el transformador de distribución. "Una vez que el equipo estaba en el piso, retiraron la tapa, desarmaron la parte activa del mismo y sustrajeron tres bobinas de cobre que pesan entre 70 u 80 kilos aproximadamente", dice el informe de la cooperativa. 

47 robos desde 2022: 155 millones

Es evidente que el trasfondo es que el circuito ilegal de comercialización del cobre está activo burlando cualquier tipo de sistema de prevención y fiscalización estatal. 

Desde enero de 2022 hasta el reciente miércoles 5 de julio, la cooperativa eléctrica de San Martín tuvo que reponer 47 transformadores. Un costo de 155 millones de pesos.

Estos son los equipos. El objetivo de los ladrones de cobre. Cada aparato cuesta 3,5 millones de pesos. 

Los robacobre se arriesgan a semejantes operaciones porque, se deduce, que pueden hacerlo contando con el tiempo y la forma de trasladar la carga del robo. Una obvia razón en la que concluyen los responsables y técnicos de sostener el tendido y las instalaciones eléctricas y coinciden los usuarios y socios de la cooperativa.