Claves para entender porque la obra insignia del músico argentino es la más importante de la historia de este país.
Memoria y vanguardia: Clics Modernos de Charly García cumple 40 años
En 1983 Argentina asistió a la puja electoral entre Alfonsín y Luder. Ese año, solo 21 días fueron en democracia. Los justos y necesarios para dejar atrás los 2756 de terrorismo de Estado. Según las palabras de Picasso el arte "no es realidad, es una mentira que nos hace darnos cuenta de la realidad". Charly García ha sabido hacerse carne de este concepto y ese mismo año publica su obra emblemática, aquella que lo entroniza en el altar de los ídolos populares: Clics Modernos,que este lunes cumple 40 años. Este fin de semana, la municipalidad de Ciudad, organizó "Tengo que volverte a ver", un show homenaje al que fueron más de 5 mil personas.
En fin de la dictadura militar significada también el regreso de los que se habían exiliado. Paradójicamente, Charly se fue a Nueva York y aunque había manifestado en reiteradas ocasiones su apoyo a Alfonsín, no llegó a votar. Tampoco es irracional su accionar en ese momento. En un recordado reportaje a la revista Semana, Charly había dicho "en Buenos Aires pretendían que yo me convirtiera en un hombre público, que hiciera declaraciones políticas a cada rato, que me jugara y dijera cosas que fueran vendibles para una revista". En estas circunstancias, el artista decide partir cuando todos vuelven, elige seguir siendo un cronista de la realidad, aquel que observa desde lejos. "Acabo de llegar, no soy un extraño, conozco esta ciudad, no es como en los diarios desde allá", canta en el segundo tema de Clics Modernos, grabado en los estudios de Jimi Hendrix, Electric Lady, en Nueva York.
Precisamente esa distancia es la que le permite construir una obra que, como pocas veces se ha visto, es la fotografía de un momento exacto en una sociedad. Sin cliches ni demagogias.
La crítica en Argentina fue dispar, era un disco imposible de encasillar. Los periodistas especializados decían que era demasiado literal y los punks se burlaban del exceso de metáforas. Lo cierto es que canciones como "Los dinosaurios" se convirtió en un himno del triunfo de la democracia sobre los años negros. Joe Blaney, productor del disco, dijo que cuando Charly grababa la canción en el Electric Lady Studio, algunos amigos argentinos que presenciaban la grabación se largaron a llorar a mitad del tema. Es clave destacar la nobleza de Charly al despegarse de la lectura política del tema. Cuando dice que no la escribió pensándo en los militares, le está cediendo la obra al colectivo popular. "Juro que cuando la escribí no pensé en los militares... La letra tenía más que ver con el sentimiento de ausencia que se produce en uno cuando pierde algo, desde un amor hasta el cepillo de dientes", dijo a Rolling Stone en 2007.
Ver: Charly García Corner: la esquina en New York para el genio argentino
Musicalmente, el álbum importa al país la vanguardia absoluta, de la mano de "Rucci", la caja de ritmos Roland TR-808 que deslumbró a García. En ese momento era un rudimento moderno que marca el camino de la nueva era que comenzaba: la gente quiere bailar. Atrás quedan las guitarras acústicas, las flautas, la melancolía hippie. Ahora, en 1983, ya no hay más brujos y queremos ser libres y felices. Un claro ejemplo es "No me dejan salir", cuyo video, dirigido por Renata Schussheim, es un compendio de montajes raros, coloridos, máscaras y bailes para festejar la vuelta de la democracia. Al día de hoy, sigue siendo una canción prodigiosa y sofisticada.
Clics Modernos es bisagra en la cultura argentina. Por eso celebramos el merecido homenaje rendido este 6 de noviembre en Nueva York: en el cruce de Walker Street y Cortlandt Alley, lugar donde se sacó la mítica foto de la tapa del disco junto al grafitti que decía "Modern Clics", allí fue declarada la "Charly García Corner". Pocas veces a lo largo de la historia ocurren sucesos históricos como la creación de una obra transgeneracional: salud por ello.