María Zysman, experta en el tema estuvo en Mendoza. De víctima a victimario, la ética y la mirada punitiva. Una reflexión sobre el impacto de las redes sociales y el bullying en la vida de los jóvenes.
Ciberbullying: "Los niños están solos ante los contenidos que ven"
¿Qué impacto tiene mi comportamiento en los demás en las redes sociales? ¿Estoy siendo respetuoso? ¿Cómo puedo protegerme y a otros de los peligros que hay en internet? Estas preguntas son esenciales para ayudar a los niños y jóvenes a desarrollar una conciencia moral en el mundo digital.
María Zysman es licenciada en Psicopedagogía por la Universidad del Salvador, tiene un Posgrado en Autismo y Trastornos Generalizados del Desarrollo, y otro en Déficit de Atención y Trastornos de Aprendizaje, ambos de la Universidad Favaloro. Pasó por la provincia y conversó con Mendoza Post.
Estuvo al frente de la capacitación abierta para profesionales de la educación con título universitario enmarcada en la Diplomatura sobre Emociones en Educación que ofrecen las facultades de Educación y Filosofía y Letras de la UNCuyo. Allí se abordan temas cruciales que nos llevan a cuestionar la forma en que los adultos y jóvenes interactúan en el mundo digital y las implicaciones que esto tiene en la sociedad actual.
Uno de los temas que surge es el ciberbullying, una preocupación creciente en la era de la tecnología. "Los adultos en la parte práctica la vamos más o menos piloteando, se aprende a usar las nuevas tecnologías. Pero siempre los chicos están en otro terreno. En el terreno en donde ellos creen que saben más que los adultos", comenzó Zysman.
Sin embargo, lo que es definitivo, es la parte emocional: "Allí no saben más que los adultos. Entonces están muy solos, muy solos en relación a los contenidos que miran. Ahí sí, los chicos están necesitados de una mirada no punitiva de parte de los adultos, porque no se trata de eso, sino ver cómo los ayudamos a ellos y a nosotros a manejarnos con ética".
La especialista aclara que más allá de las distintas cuestiones morales, religiosas, ética es ver "cómo hacemos el bien en esos espacios" y es ahí, en esa parte donde ellos están solos emocionalmente, donde surge todo el bullying: "Ellos están más vulnerables al ciberbullying, que es el bullying en el espacio digital".
La exposición constante a las redes sociales también se ha convertido en un problema preocupante. Los niños y adolescentes se enfrentan a la presión de la aprobación en línea, lo que puede afectar su autoestima y su sentido de valía. La necesidad del "me gusta" y seguidores puede llevar a una búsqueda constante de validación externa.
"Esa búsqueda de humillación consciente, deliberada e intencional en el espacio digital adquiere otras vertientes. Aparece un público sumamente amplio donde no se puede manejar el tema del 'ya pasó y se terminó'. Los chicos hasta pueden arrepentirse de lo que pasa y pedir disculpas y eso se puede sanar. En cambio, en el espacio digital es muy difícil recuperar algo que se viraliza y que expone a alguien al sufrimiento. El daño también es anónimo, es constante", agregó.
La despersonalización en el mundo digital es tan grande que los chicos se animan a decir cosas que saben que en persona jamás dirían pero "pierden conciencia de que hay una persona del otro lado".
Cómo ayudar
Por eso Zysman aconseja a los padres al diálogo con los chicos. "Hay que seguir hablando. Y cada vez que uno habla aparece algo nuevo que genera, que trata de romper las mismas cosas".
"Como adulto, uno no va a estar con el hijo permanentemente mirando a qué le da clic, qué comparten, qué no, no se puede. También es imposible. Tenemos que ayudarlos a construir las preguntas de si esto que voy a hacer está bien, esto que voy a hacer me hace bien a mí, le hace bien a los demás o con esto me puedo dañar, puedo dañar a otro. Me parece que esas preguntas no aparecen en general, los padres controlan porque saben que hay riesgos, pero se quedan con una parte de la historia", explicó.
Generalmente, los padres retan al niño para que no lo haga más: "Pero tenemos que ir a la pregunta qué pensaste cuando hiciste esto. Qué te pasó por la cabeza cuando te haces una cuenta anónima. Es ponerse desde el otro lado, desde la persona que lo sufre".
Y en el caso de ser víctima a un grado muy feo de ciberbullying, de amenazas, de pasarla realmente mal, "yo recomiendo cerrar todo y desintoxicarse".
Sin redes
"Sí, hay veces que hay que cerrar las redes, no verlas cuesta un montón porque los chicos que son agredidos en las redes dicen 'si yo me doy de baja o me voy de estas páginas no sé lo que hablan de mí'. Y eso les genera mucha ansiedad, mucho sufrimiento. Entonces ahí es donde tenemos que nosotros poner los límites", indicó.
"Por eso desaconsejo que los chicos chiquitos tengan redes. A veces las mamás, los papás dicen bueno todos tienen, ahora es así, todos hacen TikTok y la verdad que es un peligro. No solamente para lo que puedan ver o lo que pueda mostrar de ellos, sino en el impacto de la percepción de ellos mismos que puedan cambiar".
La psicopedagoga dijo que una nena que dice "nadie me quiere", "no soy linda", "no sirvo porque no tengo seguidores", o "no me pone like en Instagram", está en riesgo. "Como dependen demasiado de la mirada de afuera yo quisiera que se construyan más desde la propia mirada. En qué soy bueno. Si no hay miradas ajenas, no valgo. Si no hay una aprobación del otro, no valgo. Pensemos que los chicos de ocho años estén ahí. Además consumen mentiras".
La protección de la salud mental y emocional de los niños en línea debe ser una prioridad, y esto comienza con una educación ética y una comprensión profunda de las implicaciones de la vida digital. Con esfuerzo y colaboración, podemos construir un mundo digital más seguro y saludable para las generaciones futuras.
Ver: Más de 1.300 denuncias contra Doman y su panel por discriminación