El Ministerio de Infraestructura consiguió 10 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Aprobaron el inicio de una obra en el Cerro de la Gloria con dinero del BID
Un proyecto conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fue aprobado y se avanzará en la licitación de la primera gran obra en 100 años que tendrá lugar en el Cerro de la Gloria.
El portal Memo confirmó la noticia de que la línea de financiamiento será aprovechada para remodelar este tradicional espacio de la provincia.
El Cerro de la Gloria, el actual Ecoparque y el Teatro Griego Frank Romero Day son lugares emblemáticos, forman parte del patrimonio cultural de nuestra provincia y se convirtieron en los puntos de mayor interés para el arquitecto Daniel Ramos Correas durante los años 30 y 40 del siglo pasado, sintetizó el mismo medio.
La arquitecta Cecilia Raffa, del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales del Conicet (Inicihusa), resumió las principales transformaciones que se realizaron en su momento en el Cerro de la Gloria y que perduran en la actualidad.
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Desde el principio de su gestión, Ramos Correas encaró con especial atención el estudio de los trabajos necesarios para continuar con la obra de transformación del antiguo Cerro del Pilar, que de acuerdo con su criterio se mantenía en situación estacionaria desde hacía muchos años.
El cerro era depositario del Monumento al Ejército de los Andes, obra del escultor uruguayo Juan Ferrari, quien sintetizando la epopeya sanmartiniana homenajeó la actuación del general San Martín.
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En torno a ese sitio, Ramos propuso, como primera medida, la ampliación de los cultivos y bosques que formaban el cerro y la consolidación, pavimentación y ensanche de los caminos de acceso.
El segundo paso fue la propuesta de construcción del Memorial Sanmartiniano que, ubicado en la segunda explanada del cerro antes de llegar al monumento, tendría como fin la fijación de las placas recordatorias que en aquel momento estaban adheridas a la piedra básica del monumento.
Respecto del monumento en sí, Ramos estudió, ante la falta de consonancia entre el lugar de emplazamiento y el sentido de la obra realizada, el reemplazo de todo lo que se opusiera a la armonía del conjunto.
Su respuesta fue la eliminación de las balaustradas y de la rampa que permitía el acceso de vehículos hasta prácticamente la base del monumento.
En su lugar, propuso la construcción de una gran explanada frente al conjunto alusivo, a una distancia que permitiera que el visitante lo abarcara en su totalidad desde el primer instante, y de amplias y sucesivas escalinatas para llegar a la base del monumento que darían "escala y mayor grandiosidad (...). Así podrá [el visitante] substraerse a la atracción de los paisajes fascinantes, (...), orientándole la visión hacia el espectáculo de la montaña, por el Oeste, o de la ciudad que, desde el fondo, por el Este impone la grandiosidad de su perspectiva".
La intervención en el Cerro de la Gloria abarcó además la incorporación en una de sus laderas del zoológico. Las obras preliminares para el traslado habían comenzado, según el borrador del plan, en 1939.