Con más de una década de experiencia, la mujer contó su experiencia y cómo vive el día a día en clases.
La desesperada carta de una docente sobre la educación en el país
En las últimas horas se viralizó el escrito de una docente de la provincia de Buenos Aires, el cual habla sobre la violencia y el desinterés de sus alumnos en las aulas del Conurbano y de Ciudad de Buenos Aires, intentando explicar el impacto que tendrán las medidas del Gobierno Nacional.
"No pretendí hacer un análisis político, ni medir quién hace más por los estudiantes que tenemos en las aulas con colegas, ni quejarme. Sólo hice catarsis de una foto que veo que se empieza a repetir cada vez más y lo desolador que puede ser para cualquier docente. Así que se calman", debió aclarar Lorena Schevalie, la maestra, tras la repercusión que tuvo lo que había escrito horas antes.
El texto
"Allá por el 2009 trabajaba en el conurbano bonaerense. En el oeste del oeste. Isidro Casanova, González Catán. En esa época empecé a trabajar con las primeras medidas de inclusión educativa. Pibes que iban al colegio y eran (o son, tal vez) tan violentos que no podía dar clases. También tenía pibes que iban a la escuela a buscar la merienda porque era lo único que comían en el día que era del día. Cuando trabajé en GC estaba en la secundaria que está muy cerca del basural del Ceamse. Me costó entender que los viernes los chicos no iban porque era más importante para ellos revolver la basura para tener algo para comer durante la semana y la puerta la abrían los viernes.
Pasaron los años y lo único que sentí como docente fue frustración e impotencia por esos años. Mudarme a un pueblo cerca de Chascomús me hizo ver que sin el basural pasaba lo mismo. Adolescentes violentos que no te miraban cuando los llamabas y querías hablarles. Tengo mil experiencias tristes de esas épocas que me llevaré a la tumba. Golpes e insultos que, creo, no me merecía.
En el 2013 me vine a CABA. La utopía. Todavía me asombra recordar que durante 2013, 2014, 2015, 2016 entraba al aula y los chicos hacían silencio. Ese silencio de respeto porque entra alguien adulto, no importa la chapa. Tuve episodios tristes, por supuesto. Pero nada comparado con trabajar en PBA.
Esta semana me volvió a pasar. Tenía una decena de alumnos adentro de un aula y ni me miraron cuando entré. Estaba escribiendo "recordatorios" en la pizarra y ninguno se dio vuelta a mirarla o a preguntar qué significaba o aunque sea copiarlo para después.
Estoy muy triste y muy preocupada por lo que veo en las aulas. No es una, son varias. Son escuelas distintas, desde cargos distintos. Veo lo mismo. Pibes realmente desinteresados. Sí, esto ocurrió siempre. Pero no hace mucho, ese porcentaje era del 20%. Hoy de más del 90%.
Un alumno el viernes cuando le dije que no había entregado ningún TP me contestó '¿para qué? Si seguro pasamos de año como el año pasado sin hacer nada'. Estuve lagrimeando de tristeza desde que llegué a casa el viernes de trabajar.
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Las decisiones políticas nos afectan en el día a día y las que están tomando son pésimas. Cualquier medida sobre la escuela ve su consecuencia real diez años después cuando ese chico de 1er grado se egresó de la secundaria.
Me siento realmente devastada, nunca sentí que el trabajo que hago (sí, estoy trabajando un lunes feriado como siempre) fuera tan al pedo. Tendríamos que estar festejando revolear el tapaboca porque estamos todos vacunados e inmunizados.
Sin embargo, acá estamos. Pidiendo "quedate en casa" porque no llegan las vacunas en tiempo y forma y los que deberían habernos cuidado están tomándose un vino en otro país o sacándose fotos con cuadros de artistas con tal de ponerla.
Perdón la catarsis pero realmente estoy muy triste. Sigo trabajando porque es cierre de cuatrimestre y trato de ponerle onda mintiéndome a mi misma creyendo que todo va a mejorar o, por lo menos, a estar bien un rato".
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