Si se verifican que se cumplan las condiciones técnicas para evitar riesgos de fuga, los Sicre podrían salir de prisión.
Dictaron la prisión domiciliaria a los acusados por la muerte de Amieva
Los dos acusados por la muerte de Carlos Amieva en Tunuyán, Matías Javier Sicre (24) y su tío Diego Cristian Sicre (30) lograron que una jueza avale la prisión domiciliaria, aunque la medida todavía no se ha hecho efectiva.
En ese sentido, los dos hombres podrían volver a sus casas en los próximos días, luego de que la Justicia realice una serie de estudios para determinar si la vivienda reúne las condiciones necesarias para que los detenidos estén ahí , en especial que en el lugar tengan señal las tobilleras de GPS que dispone el Servicio Penitenciario para evitar fugas. En caso de que la respuesta sea positiva, los Sicre pagarán una fianza de $100.000 y saldrán de la cárcel luego de cuatro meses, informó Diario Uno.
Por otro lado, en los próximos días se resolverá la calificación con la cual la causa irá a juicio. El fiscal Quiroga sostiene que se trató de un homicidio simple, por lo que ambos deben recibir una condena de entre 8 y 25 años de prisión. De hecho, así lo resolvió un juez a mediados de abril pasado. En tanto que la defensa se inclina por un homicidio preterintencional, que prevé de 1 a 3 años de cárcel.
El hecho:
El sábado 15 de enero de 2022, Carlos Amieva iba paseando en su vehículo en inmediaciones del barrio Güemes de Tunuyán y detrás de él iba una camioneta en la que se encontraban los Sicre. Los sujetos, enfurecidos por la baja velocidad a la que circulaba la víctima, comenzaron a insultarla dando inicio a una discusión que llevó a que el conductor del rodado mayor encerrará y chocara el vehículo de Amieva. En ese momento, el entrenador se bajó de su auto y lo propio hicieron Diego y Matías Sicre. Posteriormente, comenzaron a golpearlo hasta dejarlo inconsciente y luego huyeron.
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Amieva sufrió fuertes lesiones en su cabeza al caer al piso y golpear con el asfalto, lo que le provocó una severa inflamación de su cerebro. Primero fue internado el hospital Scaravelli, pero por la complejidad de su cuadro lo derivaron al Hospital El Carmen, en Godoy Cruz. Luego de agonizar durante cinco días, el entrenador murió la madrugada del 20 de enero.
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