Sus padres decidieron dejar una constancia anotándolo en el club de sus amores: Los Andes.
Su bebé murió en la panza y le dieron identidad haciéndolo socio de un club
La familia vivía un momento soñado, un nuevo bebé llegaba, sus papás Martín y Soledad esperaban con ansias su nacimiento, al igual que su hermanito Matteo de 12 años. El pequeño llevaba 34 semanas dentro de la panza, sano y creciendo, pero un duro momento que les tocó atravesar a la familia los alejó de esa ilusión. El bebé murió antes de nacer y sus padres decidieron hacerlo socio de Los Andes, el club del cual son hinchas, para dejar una constancia de que el niño existió, aunque solo haya sido en el vientre materno.
La mamá comenzó con dolores y fue llevada al hospital, cuando la revisaron los médicos constataron el peor diagnóstico, la placenta se desprendió y el bebé no tenía latidos.
Luego del duelo que tuvieron tras la perdida de su pequeño Gael, sus padres se propusieron que su hijo no se quede sin el nombre que habían pensado durante meses, y lograr darle una identidad. Por eso decidieron ir al club del que son hinchas y hacerlo socio.
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El 21 de abril su mamá ingresó al hospital, los médicos nada pudieron hacer y tuvieron que sacar al bebé que ya había fallecido: "Desde ahí empezamos a vivir una pesadilla, pasando todo lo contrario a lo que uno imagina de un nacimiento" explicó Martín, el papá del pequeño.
"Entre todo lo traumático y todavía en shock, pude entrar al quirófano y presenciar el parto, aunque obviamente no fue como lo esperaba, pude estar un rato con él y sacarle algunas fotos. Con el tiempo me arrepentí de no sacarle muchas más, ya que no volvería a verlo", lamentó.
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El Estado no realiza trámites de DNI a bebés que hayan fallecido antes del nacimiento, por lo que esto le quitaba las esperanzas de plasmar el nombre Gael para darle identidad a su fallecido hijo: "Solo teníamos una partida de defunción en la que estaba anotado como un n/n. Nosotros queríamos que todos lo nombren, que no sea solo ‘el bebé que se murió'".
Luego de la desmotivación de no poder inscribirlo, una idea le surgió a Martín: "¿Será que lo puedo hacer socio igual?", se preguntó y su esposa lo apoyó.
Ambos viajaron al Club Los Andes en Lomas de Zamora y tras hablar con una persona administrativa lograron el objetivo: "Expliqué la situación y tuve la suerte que del otro lado encontré una persona muy empática que le puso toda la voluntad para que se pudiera hacer algo que jamás les habían pedido", cerró Martín.