Para qué sirve la base de datos del Renaper que fue hackeada

La noticia de que un ciberdelincuente pudo acceder a la base de datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper) y divulgar datos de 60 mil argentinos generó preocupación y abrió interrogantes sobre qué implicancias tiene el hecho. El organismo dependiente del Ministerio del Interior ya había hecho una denuncia judicial días antes de la última filtración. Todavía se desconoce quién fue el usuario que accedió y divulgó la información y cuántos datos realmente tiene en su poder.

 La base de datos del Renaper es la más consultada de la República Argentina. No solo sirve a organismos públicos, sino también a entidades privadas, como bancos y farmacias, que acuden a ella permanentemente con el fin de verificar la identidad de las personas que realizan operaciones que requieren esos datos, según pudo saber el Post. 

Un ciberdelincuente pudo acceder a esta database y publicó en la dark web los datos sensibles de unas 60 mil personas en un archivo de 2.7 GB. Además, amenazó con divulgar la información de los 45 millones de argentinos.

Según la publicación, tiene las 45 millones de entradas en su poder. El delincuente asegura que esto incluye foto, nombres, apellidos, direcciones, sexo, si está vivo o no, número de documento y de trámite, junto con el código de barras y todo lo necesario para crear un documento de identidad falso.

Desde el Ministerio del Interior se apresuraron a aclarar que el acceso no consistió en un hackeo masivo sino en un acceso indebido. Es decir, que se trató de un hecho aislado: alguien con acceso a la administración de la base de datos perdió la clave o utilizó indebidamente las mismas para robar la información.

Ver más: El hacker que robó datos de 60 mil argentinos pide bitcoins

El Post pudo saber también que este acceso no autorizado se produjo a través del Ministerio de Salud. Al respecto, hay una denuncia penal presentada por el Renaper ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 11. 

Las pericias judiciales están a cargo de la fiscalía especializada en cibercriminalidad de Horacio Azzolin y, además de la identidad del ciberdelincuente, buscan determinar la cantidad de datos sustraídos con el usuario del Ministerio de Salud, según publicó Clarín.

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Qué riesgos tiene la filtración

¿Cuánto debemos preocuparnos? De acuerdo a la fuente consultada por el Post, la posibilidad de que las personas cuyos datos fueron vulnerados sean defraudadas o sufran una suplantación de identidad es mínima porque generalmente la persona debe estar del otro lado de la pantalla o presente para verificar sus datos. 

Por ende, aseguró que no debería alcanzar con tener el número de DNI o el número de trámite de un tercero para poder cometer un delito de ese tipo.

Cronología del caso

Todo comenzó cuando el sábado 9 de octubre un usuario de Twitter, identificado con el nombre "AníbalLeaks", publicó en esa red las imágenes de 44  personas, entre las cuales estaban funcionarios y personajes públicos. 

Al día siguiente, apareció otro usuario en un sitio de la dark web diciendo que tenía los datos de las 45 millones de argentinos y argentinas. Amenazando con subirlos, finalmente hace algunos días terminó divulgando el archivo con los datos de las 60 mil personas; al mismo tiempo, ofreció la base de datos completa por 0.29 bitcoins (alrededor de 17 mil dólares).

El Gobierno nacional no tiene constancia de que este usuario desconocido cuente con la información de las 45 millones de personas. Eso será determinado por la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia que lidera Horacio Azzolin.

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